Entre los planes y el futuro me encontré con el presente. Una partida que terminó gestando muchas reflexiones. Mi alrededor y lo afortunado que soy. En un tiempo en el que todo parecía perecer, terminé reafirmando lo que tengo. Dándome cuenta de ello. Semanas de muestras y muestras de afecto encaminadas a lo que mañana emprenderé. Tanto y yo tan limitado de palabras, de agradecimientos. Lo que era un proceso de adiós en realidad fue un proceso de siempre, de grandeza en todo lo que me rodea y todo lo que es mi vida. Es difícil poder siquiera desear más.

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