
Aquí la luna no sale, se asoma. Ayer, justo después de una lluvia fúrica, decidió presentarse conmigo de este lado. Primera de octubre estando aquí. Seguramente vendrán pocas.
Con ella llegó mi primera semana y la idea de que la vida se ha calmado, se ha vuelto sencilla y sin complicaciones. Muchas ideas siguen pasando por mi cabeza, muchos sentimientos también. Ahora tengo el tiempo, el escenario y las caminatas para entenderlos y digerirlos. Empiezan a surgir los claros de luna.
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