domingo, 29 de mayo de 2011

O le le, O la la, ser del Barça és...


Yo tenía 11 años cuando Poncho me regaló mi primera playera del Barça. A mí el Barça me gustaba desde que un año antes, en el Mundial, que me enteré de la existencia de Romario, Hagi y Stoichkov - Hasta mucho tiempo después sabría del tamaño de la hazaña que dos años atrás habían logrado con Koeman, Guardiola y Bakero. - Sin embargo, esta playera era distinta. En ese tiempo no sólo era difícil conseguir una así, sino que ésta era la de Ronaldo, quien hacía muy poco acababa de meter uno de los goles más soberbios de la historia del futbol ante el el Celta. Esa playera aún la conservo y me recuerda los tiempos en que lo único que sabía con certeza del futbol era que me apasionaba como nada.

Después de esa época fui creciendo y el Barça fue cambiando. Se volvió holandés y con ello más rápido y potente, pero sin olvidar el talento que Rivaldo le daba. A pesar de jugar como la naranja, también no lograba ganar como ella. Por ello luego vinieron los baches extraños con Riquelme y el equipo de transición. Luego vino el Barça cercano; el de Puyol, JarJar, Deco, Rafa y Negrito. Ese fue el Barça de la segunda orejona y en el que por primera vez se creyó que el futbol podía ser casi perfecto. No fue así. Éste llegaría con Pep.

Tres años en el que el equipo de los mil pases y del fundamento más básico - toco y me muevo - maravilla y explica por qué a tantos nos mueve este deporte. Ahora Xavi, Gasparín y Lio son los artífices de ello. El Barça es més que un club . Gentileza con la pelota y en la rueda de prensa. Un equipo que celebra antes la vida de un compañero que un pase a semifinales y lo replica después de ganar una final. El Barça es el espíritu del deporte en sí mismo. Es todo lo que el futbol debe ser siempre.

Nunca había estado tan cerca como lo estuve ahora. Nunca había sido tan bueno.


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