
El evento social por excelencia en Cantab son las formal - dinners -, ya sea una vez a la semana o cada quince días. El ejercicio es simple. Pónte un traje, encamínate al comedor de uno de los tantos colleges, ya sea como anfitrión o como invitado, y cena con vino y un poco mejor de lo habitual (no que esto último sea algo complicado). En algunos casos los formals son un poco más especiales y van acompañados de pre o post drinks. A pesar de ser eventos de asistencia voluntaria, invariablemente tienes que acudir al menos una o dos veces por año. No obstante, fuera de lo descrito, no tienen gran magia y eventualmente terminan por ser tediosos.
Ahora que se acaba el último term del año y las generaciones comienzan a salir, las colleges se ponen de gala y se abren las puertas de todos los santuarios y tesoros que guardan. Los formals dejan de ser cenas con traje y se convierten en majestuosos festines con smoking en lugares centenarios. Ayer me tocó acudir al primero de ellos. Fastuosa tertulia en un salón medieval indescriptiblemente hermoso, con champaigne como aperitivo, cinco tiempos con cinco tipos distintos de vino y quesos para cerrar como se debe.
Supongo que se vale que nos traten bien en medio del estrés de los exámenes. De vez en cuando lo uber posh no se siente tan mal...
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