
Mes que empezó un día antes. Llegaba el viaje de contrastes y de impulsos. Me traía el momento de descansar las ideas y borrar la mente. Tiempo para sentir en silencio, alejado de todo. Al regresar todo era más brillante ya.
Mes gustoso, plagado de gente y de regresos. Regresaron los sabores que se pierden tan constantemente en la isla. Regresó el balón y con él el gran gusto de volverlo a hacer rodar. Regresaron los libros y el momento de comenzar la última recta.
Abril pasó en calma. En el sentimiento de familiaridad, adaptación y gusto; con la idea de que todo es pasajero y de que el plan estaba listo y las piezas en todos sus lugares. No cerró así. Termina en expectación, en confusión, con preguntas, con miedos, con la idea de que lo venga, sea lo que sea, comienza a llegar. Se va queriendo cuestionarme y yo tratando de resistir.
Abre un nuevo ciclo.
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