Agosto es frío. Hace un año le decía a G eso y no me creyó. Ese año fallé. No importa, agosto ha demostrado ser frío y meláncolico como noviembre. Prefiero otoño, pero en lo que llega me conformaré con lo que queda de agosto.
Mañanas heladas y tardes lluviosas que echan la mente a volar. Ideales para escuchar a Drexler.
No hay comentarios:
Publicar un comentario