lunes, 22 de octubre de 2012

ausencia



Fue la primera vez que volví. Las circunstancias habían orillado a que así fuera, pero una parte de mí también se rehusaba a hacerlo. Lo supe desde el momento en que entré y su ausencia se hizo notar. Todo se sintió diferente. Vacío. Aunque lo hubiera reflexionado ya muchas durante el año, me cayó todo el peso de golpe. 


Volví bajo pretexto de él. El primero de dos homenajes. Éste era en su segunda casa, en el club, en el que pasaba todas sus mañanas y al cual le dedicó tanto. De inmediato sentí el cariño que la gente le tuvo y le tiene. Dejó muchas huellas. Buenas, todas. Cómo me gustaría tener la certeza de que él lo sabe.


Sonreiría, como tanto lo hice yo.

Quiero guardar eso conmigo. Más ahora en que el rol de familia tiene que adaptarse. Me preocupa más ella. Perdió a compañero de aventuras, a su cómplice. Por más que intente, sé que hay tanto en lo que no podré entenderla. Sin embargo, en una muy pequeña medida pude sentir lo implica para ella, la ausencia Me sigue tocando estar ahí, sólo eso, hasta donde sea necesario e implique lo que implique. 


Regreso cambiado porque sencillamente la vida cambió. Lo hizo hace varios meses, pero no es hasta ahora, con mañana de lluvia sin nubes y tarde de salita, que pude comprenderlo del todo.

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