martes, 26 de julio de 2011

ya llega


Me fui a Harrypotterland con la firme convicción de que regresaría. Aportar era lo único que me importaba y si había decidido renunciar a todo lo que tenía era sólo porque sabía que tenía que empaparme aún más para poder hacerlo. Cantab no fue benevolente con esa idea y me mostró que podía ser igual de dulce y desafiante; tanto que en el punto más álgido incluso me invitó a quedarme a romperla allá. Mucho tiempo fue el que le dediqué a ese tema, pero en realidad nunca cambié de parecer. Regresar, contribuir y hacerlo por mi país era y es lo que siempre me ha hecho feliz.

A pesar de ello, contra mí, yo sabía que regresar al mural de Tamayo era muy difícil. Me había hecho a la idea de que vagaría por otros lares hasta regresar a jugar de verdad en casa. Renuncié a la vida que me daría Europa por un deseo difuso que no sabría cuándo se iba a concretar. Estaba consciente de ello y lo afrontaba como tal.

Pero la vida es buena y lleva siéndolo algunos años ya. En menos de una semana en el suelo de casa recibiría el correo de reactiviación. Esta vez ya no sería Dios Hijo, sino Dios Padre mismo. Ya no sería con intermediarios y recomendaciones, sino buscado y escuchado. Hoy, después de una plática desordenada y gustosa, el regreso al juego es inminente. Será en los mejores términos, en aquéllos de libertad para hacer y deshacer. La mejor manera de dar todo para contribuir.

Empieza una nueva era en mi vida. Comienza el tiempo para el que me preparé. A jugar, otra vez de verdad, otra vez por mi país. No existe nada mejor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario