
Todos tenemos un libro favorito. Incluso un libro acádemico. El mío siempre ha sido "el Brownlie." Es un libro con una teoría, no un libro de teoría. Por eso cuando Sir Ian murió como rockstar el año pasado realmente creí que el juego perdía mucho. Jamás me habría podido imaginar ese día lo que ocurriría hoy.
Hoy fui contratado por JC para editar un capítulo de la nueva edición post mortem del en realidad llamado Principles of Public International Law. Será un capítulo grande, en toda la extensión de la palabra, el de tratados. Eso es simplemente fantástico. No sé si aparecerá mi nombre o no. La verdad no importa. Incluso lo hubiera hecho gratis. Contribuiré a preservar la memoria de uno de los más grandes juristas de todos los tiempos.
Emoción plena.
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