
Un día abrí Google, busqué derecho internacional y apareció Cantab en la lista. Como todas las decisiones más trascedentales en mi vida, desde ese instante supe con el corazón que vendría aquí. Sin más, sólo así. Ello no me indicaba, sin embargo, lo complejo y rocoso que sería el camino para llegar. Todo lo que ha pasado desde entonces. Hoy terminó.
Acaba con la sensación de que vine por algo y lo obtuve. Una gran universidad con la que pude sin achicarme y con gusto. Culmina sintiéndome totalmente satisfecho conmigo. Ése sentimiento de que pude y pude bien, de que tal como lo sentí al bajarme del avión en octubre, la rompí.
Me llevaré de aquí un título, pero sobre todo un método. Uno que nadie me dio ni me enseñaron. Uno que fui construyendo día a día desde que estoy aquí. El mismo que me hizo contestar todos mis exámenes bajo el mismo esquema. El mismo que hoy me ha logrado obtener un grandísimo treat para cerrar el plano académico. El mismo que me servirá para toda la vida.
Estoy contento. Mucho
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