viernes, 9 de abril de 2010

NY (random chronological thoughts)


4 a.m. Pésimo café. Eso no será suficiente para cambiar la expectativa. No hoy.

Odio Hartsfield y la vehemencia negroide que le imprime a Delta. Otra vez jugué fuercitas con ella. Le gané. Bueno, no perdí.

Transoceánica sin oceáno, sin melancolía; con emoción. Primera vez en un avión.

Llovizna punzante en la cara. Ráfagas de viento helado de bienvenida. Estoy en Nueva York.

Inesperado comienzo. Eterna espera; más de un día. Mucho. Felicidad plena. Nunca antes así.

Normalidad realista. Gozosa presencia. Caminata con y sin rumbo, con y sin agenda. La mejor manera.

Volado. Donde con la cabeza perdemos lo dos. Terca necesidad vacía.

Camino tras caminar. Encuentro una cara familiar que pudiera despejar la mente mientras la hora marcada llega.

La calma que Rothko me inunda no puede superar la desesperación de Pollock. But, then again, there is no such thing as perfect despair; though I wouldn't recognize it.

Caminata de horas a la luz del que no será el día. Murakami en el parque postrándose ante mí como la única alternativa. Beautiful Day Without You engalana el regreso a la casa provisional.

Chelas en espera de nada. Una tertulia acostumbrada ahora en paralelos distintos.

Yes! Shopping time! I don't care!

Llega la tercera generación y yo tan lejos. La felicidad de ser tío y de que Ponchito ya arribó.

Enough is enough o el intercambio de un croissant por una hamburguesa o viceversa.

Maravillosa tranquilidad metálica. Trémulos rayos de sol anunciando que el final del día está cerca. Otro sin ella.

Y esa tranquilidad metálica sólo se ve interrumpida por una visión en amarillo. El último suspiro del día ahora con ella. Un instante que lo vale todo. Una verdad fabulosa. Cena que confirma el gozo; caminta que lo exacerba. Feliz.

Japón en tinta y en lana; muchos kilómetros al este. Anfield en Nueva York, pasando por Edimbrugo, sin dejar atrás a uno de los padres de la independencia. No Italia, sino Estados Unidos por México. La ida al baño más cara de la vida.

La mesa y la calabaza. El hoy y la calma con la que se ostenta. Despedida que no sabe a despedida. Sensación que no puede describirse.

Mensajes nocturnos despierto. Calor de otros lugares. Despierto temprano esperando encontrar el mar, la arena en otro contexto. La noche ha sido larga en mi cabeza.

La madera cruje mientras los más de noventa años del vagón le pasan por encima. Sendos señores de caireles pasan cuando sus réplicas juegan a mover la arena. El frenesí de la ciudad se detiene un instante en un lugar que pareciera ser tan lejano. El mar parece ser otro y sin embargo sigue siendo mar. Pretexto de recuerdo de los días que acaban de pasar.

El sol lacerante mientras la brisa helada le miente. Dormito en la playa; muy distante de lo que entiendo como tal. De nuevo el caos turístico.

El acordeón del norte, mucho más a norte, me recuerda a casa. Tonadas familiares de los que ahora están acá, haciendo algo que podrían hacer allá. Aquí la gente da una moneda por curiosidad; allá, tal vez, voltearíamos la mirada por cotidianidad.

Cielito lindo es entonado con un sax por un no digno de hacerlo. Se burla de Frank Lloyd Wright y su edificio de vasija.

Comienza ya a mermar el cansancio y la idea de regresar para sólo irme de nuevo.

Guadalajara en Nueva York. Sea cerca o lejos, las Chivas y su pasión. Pina gol. Gran manera de cerrar una gran semana.

Mañana es el último entero. Se siente como tal. También, debo decirlo, estoy satisfecho.

Después de cumplir con mi capricho descubro un lugar en el que se supone debía haber estado. Pido un pedazo de pizza; me siento como si estuviera acompañado.

Una ostra recomendada para la cena. Un encuentro casual en el camino. Curiosa despedida de la ciudad.

El que dice que no compra pero luego no puede cerrar la maleta...

Tiredeness fuels... missing home; cautious of what it's to come.

Gracias D. Un viaje así difícilmente habría sido posible sin tus atenciones.

Me voy. Dejo la ciudad caótica, mágica, aplastante. Me voy con la sensación de que ahora es mía. Aquí estará por siempre, al fin, una parte de mi historia.

What a city!!!

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