domingo, 5 de agosto de 2012

welcome back


Así me lo dijo AT cuando le conté mi épica historia de boda en el norte. Y así se siente. No sé que tanto el de vuelta, pero sí la bievenida. Tal vez fue ese boost para romper que tanto necesitaba.

Meses de cambio. Siento que ya estoy a empezando a salir de ellos. He tenido que dejar ir también. Creo, al final, que eso es lo que más me ha costado. Entender que tenía que hacerlo. Son muchos los que se van, los que ya se fueron, y por mí tenía y tengo que adapartme a ello.

De por medio, también, cambios físicos y de hábitos. Cambios de roles y de proyectos. Cambios de entendimiento y comenzar a plantearme nuevos retos.

La semilla para regresar al Mural de Tamayo ya está ahí, pero sólo destino sabe si eso es lo que me toca. Hay muchas cosas por delante y he repleanteado a lo que estoy abierto ahora. ¿Quién sabe? Que venga lo que tenga que venir, ya sea más allá del charco o de algún eje.

Dentro de todo ello, una confesión reciente fruto de todo este proceso. Algo muy difícil de aceptar por lo vulnerable que implica que soy. Pero al mismo tiempo algo necesario para seguir adelante. Al final, a través de los años te haces de ideas, creas imágenes de lo que has cosechado y tejes futuros ideales. También es difícil en ese proceso entender que ello tampoco estará presente. La verdad es que una vez que lo comprendí, necesitaba decírselo y nada más, nada más. Otra de esas tranquilidades extrañas que llegaron. El saber quién eres y que puedes querer y querer. Dar.

Lo que viene en toda mi vida, simplemente no lo sé. Nunca había sido tan incierto el futuro y extrañamente nunca me había incomodado menos. Estoy lleno de paz, por más intempestivos y difíciles que hayan sido estos tiempos. Ahora juego. En todos sentidos.

Yo no cambio. Yo sonrío. Trato de trasmitir ello. Amo vivir. Lo mío es ir para adelante.


No hay comentarios:

Publicar un comentario