Junio y el deseo eterno que nunca hubiera ocurrido. El mes se llevó a mi papá y ya con eso bastaría para que nunca hubiera existido, para repudiarlo por siempre. Pero no el mes, que sólo sigue la mecánica del tiempo, podía haber hecho algo para cambiarlo. Dios lo decidió y me trajo un poquito de paz para llevarlo. No lo cuestiono y me alegro del tiempo que me prestó a mi Tocayo. Mi héroe.
Cuando junio inició predije
que cambiaba todo, pero no pensaba que fuera así. Los cambios que sí imaginaba
continúan y se consolidan y con mucha fuerza los llevo. La vida sigue. Yo
sigo.
Mes de claroscuros en el que
en la tristeza tuve tantos y tantos que estuvieron conmigo. Me sentí acogido entre
historias y sonrisas y he podido salir adelante. Por un ratito, la sonrisa
eterna de vuelta dándome la calma y dejándome sacar lo que sólo ella puede oír.
Por un ratito ese gran vacío se llenó. Agradecido como nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario