martes, 26 de junio de 2012

junio



Junio y el deseo eterno que nunca hubiera ocurrido. El mes se llevó a mi papá y ya con eso bastaría para que nunca hubiera existido, para repudiarlo por siempre. Pero no el mes, que sólo sigue la mecánica del tiempo, podía haber hecho algo para cambiarlo. Dios lo decidió y me trajo un poquito de paz para llevarlo. No lo cuestiono y me alegro del tiempo que me prestó a mi Tocayo. Mi héroe.

Cuando junio inició predije que cambiaba todo, pero no pensaba que fuera así. Los cambios que sí imaginaba continúan  y se consolidan y con mucha fuerza los llevo. La vida sigue. Yo sigo.

Mes de claroscuros en el que en la tristeza tuve tantos y tantos que estuvieron conmigo. Me sentí acogido entre historias y sonrisas y he podido salir adelante. Por un ratito, la sonrisa eterna de vuelta dándome la calma y dejándome sacar lo que sólo ella puede oír. Por un ratito ese gran vacío se llenó. Agradecido como nada.

Este mes sin duda cambió todo. No sólo cambiaron los hábitos y los retos que tengo que en puerta, cambió algo más profundo. Algo en mi forma de ver la vida. Quiero darlo todo en todo momento. Quiero respirar y saborear cada instante. Quiero seguir queriendo con toda mi alma. No quiero ni voy a guardarme nada ya. No importa lo que pase. La vida es corta. Que sea plena. Va por mi Tocayo. Todo de ahora en adelante. 

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