domingo, 13 de mayo de 2012

fin de silencio



Salvo unos instantes de tiempos añejos de aportación, éste fue un fin completamente solo. Había pasado mucho sin uno así. En esa soledad, por fin leí y salí a caminar sin rumbo, tal y como lo necesitaba. Fin de cocina para uno y de disfrutar de las tardes grises y de gotas arullando el sillón rojo. Fin de semana para mí, nada más.

Pero también, silencio en el que me di cuenta que en mi cabeza hay mucho ruido aún. Que no he dejado que se terminen de formar los nudos en la garganta para después liberarlos y que tengo muchas preguntas que no me he sabido responder. Que no sé lo que siento del todo y que es sumamente complicado digerirlo en estos momentos. Que añoro y trato de olvidar por igual.


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