martes, 20 de julio de 2010

so far


M y yo tenemos la costumbre de aleatoriamente preguntárnos cómo va nuestro año. La respuesta creo siempre ha sido objetivamente determinable. Pasó esto o aquéllo: es bueno o malo. Este sábado no pude responder a su pregunta.

Creo que a diferencia de otros años, éste se mide diferente. Bajo patrones antiguos tendría que decir que ha sido magnífico, pero no puedo. Tampoco diría lo contrario.

Éste ha sido un año de emociones y sensaciones. Fuertes y débiles; ésas no son buenas o malas. Fabulosas y funestas, de insuperable alegría e inexorable furia, todas las que hay en medio.

Ni bueno, ni malo, ni regular, ha sido cargado, pesado, incontenible en todos los sentidos.

Ha sido mucho, mucho, mucho. Pleno triste. Pleno feliz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario