domingo, 25 de marzo de 2012

Jessup

Se los dijo Max: Primero México y luego ya vemos qué más. Horas más tarde Víctor les contaría de sus aventuras en Avena y de las nuestras en la Interamericana. Fabulosa manera de iniciar el verdadero propósito y único fin.

Así se los hice saber. Porque un concurso no deja de ser más que eso. Una copa, una victoria o una derrota. Nada, en realidad. Pero cuando el proceso se digiere y se traduce lo que quedan son las habilidades y la convicción. Al final, tal y como condescendientemente me lo dijeron ahí mismo hace unos años, todo, absolutamente todo es por México. Entrenas para aportar de verdad.

Éste fue un Jessup completo. Rondas duras y pase a avanzadas. Victorias con aprendizajes y derrotas con elogios. Celebrity spotting y encuentros con Sepúlveda y Greenwood. Pláticas con la gente que está haciendo las cosas ahora y consejos sobre cómo ellos lo pueden hacer también; una mirada distinta de la que yo les podía dar de Cantab. Fiesta, jarras y nuevos amigos porque también de eso se trata. La experiencia total y de todas las formas en que se le podía sacar jugo.

Para mí, para mí fue una despedida en paz. Ya había sido suficientemente extraño mi emergente retorno y fue una gran manera de culminarlo. Como siempre, aprendí mucho más como coach, como amigo, como escucha y como el loco que quiere trasmitir un mensaje. Además, a la par de ello, encuentros con viejos y grandes amigos y jefes, amigo-jefes, en realidad. Ratitos para disfrutar los buenos recuerdos y los tiempos en que esto empezaba y en los que lo puse en práctica.

Al final dejo estos lares con la sonrisa de haber continuado una ideología, creyendo que pude trasmitir de qué se trata en verdad esto y con la esperanza de que continúe. El juego para algo, no sólo por el juego. Me voy satisfecho. Di todo en todo momento por lo que creo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario