Usualmente para estas fechas el año ya reposa. Se vuelve el tiempo de la calma y de mirar atrás. Este año no es así y ello es una muestra más de lo distinto que fue.
Comienzan a llegar las noticias de Ginebra en bandada. Ellas sólo para tratar dejar listo lo que pasará en la Haya en enero. Hasta ahora la suerte sonríe; la convicción también lo hace. El juego y casa. La casa y fuera.
En línea similar me apuro y me apuro para entregar lo que será la guía de la nueva primera vez. Que jueguen otros también, pero que lo hagan de verdad. Que yo vuelva a poder trasmitir. Ahora sí en mis tonos.
Las pilas no se han terminado de cargar y ya hoy llegó la primera llamada para empezar de nuevo. Comienzan otra vez las preguntas en mi cabeza y la idea de que tal vez sí pueden haber más de un futuro. Una gran duda y muchas pequeñas que la acompañan. No dejan de tener un sabor sugestivo. En zig-zag; me lo dijo alguna vez N. Tal vez éste es el momento de que así sea.
No sé si el año no quiere terminar o si ya comenzó el que viene. Lo que sé es que se mueve como nunca antes y con ello hay un rush que regresa. Lo extrañaba.
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