Más allá de boletines escolares, blogs o páginas de internet, mi nombre nunca había aparecido en una publicación impresa. Este fin de semana salió en una de las más conocidas y de mayor circulación nacional.
Bummer! ¡Era mejor haber permanecido en el anonimato! Más cuando la publicación señala que unos escuincles se rieron de tí. - cosa que no fue cierto -. Aplausos.
wow ¿en dónde podemos ver eso?
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