
Nos vamos. De nuevo en el mismo lugar. Algunos dicen que jugando como nunca y perdiendo como siempre. Yo no lo creo así. Jugamos como siempre, como ya es costumbre, como grandes. Por eso, en realidad jugamos como ahora ya lo es siempre y perdimos como siempre. Ya nos tocará, poco a poco llegará.
Al final el balón siempre vuelve a rodar, recordándome lo muy feliz que puede hacerme.
Cada Mundial es distinto y ha sido distinto para mí. Ese ciclo de cuatro años delimita perfectamente momentos de mi vida. Éste, tal vez el más ajeno a los anteriores, marcó como nunca mi momento actual.
En cuatro años regresará otro. También para llenarme de alegría y marcar mis momentos.
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