
Concluyeron funestamente los primeros dos intentos de aplicar lo que pretendo saber. Me rehuso a creer que no se pueda hacer nada más; aún cuando en Washington y San José parecieran indicar lo contrario.
Lo que se descubrió en agosto se acabó en diciembre. No que haya comenzado y transcurrido sólo en ese periodo. Primero porque así parecía, luego porque así lo decidí. La eterna batalla entre lo que quiero y lo que necesito. Lo necesito, tristemente, la quiero todavía más. Así debe de ser ... como pretende serlo de ahora en adelante.
Mes con la familia, afrotando situaciones difíciles. Una Navidad incompleta, días que no vienen bien.
La campana se acaba, como lo adelanté, cerrando no tan bien como empezó. Entre convivios y festejos, diciembre, que usualmente no trae nada, decidió este año ser letal. Acabar con todo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario