de ti y sobre ti

Tratar de contar el número de veces que lo has perdido sería ocioso. Negar que me saca de mis casillas también. Se vuelve frustrante sentirse tu punching bag. Sí, así. No hay porque darle un nombre distinto, uno que no refleje lo que es.  Tampoco te exhaltes, ello no te hace peor o mejor persona.

Sé que no estás consciente de ello y que tampoco es personal. Me cuesta recordarlo, sin duda. Algunas ocasiones tardo mucho en hacerlo, incluso días.  También ¿por qué no decirlo? a veces desearía que sí fuera intencional; así tendría un pretexto. Pero con el tiempo he llegado a comprender que cualquiera que esté en tu camino lo es, al menos en esos momentos. La diferencia es que yo soy insistente; a mí sí me importa. Yo lucho contra ello, con lo que te hace estar así.

Quejarse también sería cobarde. Yo lo escogí al fin de cuentas; al menos en lo que tuve poder de decisión.  Lo demás no; eso sólo llegó, lo sentí ... lo siento. 

¿Pero sabes? Llega un momento en el que tú también tienes que luchar.  Por tranquilidad, por cordura, por ti ... por ser feliz. También es ocioso decir que ahí estaré yo; bateando lo que haya que alejar, sosteniéndote cuando ya no puedas más.