De dejar ir y de retorno. Así fue este año.
Muy al principio confronté mi pasado y todas las puertas entreabiertas que habían quedado. Me acerqué y jugué con ellas. Sin darme cuenta se habían cerrado, las había cerrado yo. Todo el cúmulo que esperaba había desaparecido para bien. El año transucurrió en esa ironía para todos los días tener que continuar ese ejercicio. La feliz tranquilidad de saber que lo que fue, ya no es y ahora sólo es un recuerdo fantástico de mi vida y de algún momento trascendental de ella.
Por esas fechas conocía a R también. Con ella completaba ese ciclo y la certeza de que la emoción desbordada y el amor podían regresar. Fue año que pasé con ella. Con altas y bajas, asumo que como en cualquier relación, pero con ella. Mucho de lo que viví, hice y dejé de hacer se explica a través de ella.
Este año regresé al camino. Volví a trabajar por México y para México. Regresé a casa a hacer justo por lo que me había ido tan lejos. Poco a poco voy consolidando la visión que siempre ideé, junto con equipo fantástico que cree en mí.
Ese mismo amor lo consolidé en las aulas. Este año estuve de nuevo en el cerro, pero como titular. En una lógica muy clara, trasmitiendo lo que más me apasiona y tratrando de dejar huella como lo hicieron conmigo.
Este año viajé. Tal vez no tanto como en otros, pero me adentré en México. Lo hice por la causa y por plácer. Regresé a su fin; ese lugar del que me he enamorado tanto ya. Volví a DC, ahora como agente y no sólo como expectador.
Fue un año poco musical y de silencio de letras. Lo primero no me lo explico del todo y el segundo lo necesitaba. Necesitaba parar y cambiar. Creo que logré el objetivo. Con ello no perdí mi esencia. Fue el año en que una camada más de mis mejores amigos se fueron. Un ciclo tristemente normal, pero que los consolida a ellos.
Se fue un muy buen año. Uno de reconsrucción después de lo de papá. Año en el que regresé al camino y creo marca el principio de una vida. Sé ya lo que quiero y sé a dónde voy. El próximo estará todo en marcha ya.
martes, 31 de diciembre de 2013
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