Febrero fue el mes del cambio. Comprimió todo lo que me importa y de un bandazo decidió reacomodar las cosas.
Mes de nuevas aventuras y cosas por aprender. Mes de regreso al juego en formas distintas. Saturación máxima que ha traído la felicidad de seguir haciendo lo que me gusta. Nuevos retos enfrente y la idea de que todos tienen un por qué y en realidad sólo son parte de un plan que va mucho más allá y lleva mucho tiempo trazado.
Mes de regresar a colores de academia. De dedicarle tiempo a otros, de nuevo, pero tal y como a mí me lo dedicaron. Mes de preparar, pero sobretodo de compartir y trasmitir lo que a mí alguna vez lo hicieron. Mes que avecina juego para otros y en el que regresé del todo a las simulaciones que de muchas maneras definen lo que soy ahora. Feliz de poder ayudar.
Mes de sonrisas añejas y del disfrute de esquemas conocidos en ritmos distintos. Mes de enterderme y reconocer los cambios que transitaron en este tiempo. Sin duda sonrisas, pero también claridad para conmigo mismo. Lo mejor que puedo tener.
Febrero no abrió este año, pero culminó los cambios. Inició un nuevo capítulo que promete escribir muchas historias.