domingo, 30 de diciembre de 2012

dos mil doce


Violento. A eso se resume. Un año tan inesperado como fuera de contexto.

Fue el año que se fue papá. Esa mañana de sábado que cambió todo. El mayor temor de mi vida se cristalizaba en segundos y no podía más que tomarlo de frente y seguir. No era el momento aún. Me faltó tanto, tanto tiempo con él. Tantas cosas por las que hacerlo orgulloso y tantas tardes echados en su salita. Por un lado implicó tomar el rol realista y no dejar que mamá y J cayeran. Por el otro fue una soledad indescriptible, la que causa ese sentimiento total de desprotección. Para siempre la hora completa hablando con él dos días antes y la promesa de que ya pronto lo vería. Sé que él me espera y nos cuida ahora desde donde esté. Todavía no dejo de escuchar sus llaves al llegar o de tomar el teléfono para hablar con él cuando ya no puedo más. Se fue mi mayor refugio, mi mayor pilar. Pero me enseñó bien, hasta cómo seguir adelante.

Y en ese tenor transcurrió un año que sólo quise que se acabara, pero que planeaba cambiar todo en mi vida. Fue malabarear entre las junglas y sacar adelante la del naranjo, por un lado, y la terrible por el otro. Todo lo que se viene después de una muerte y lo complicado que es terminar de cerrar los ciclos que se tienen que cerrar. Mucho a control remoto y mucho más dándole ánimos a la Chemistry para que pudiera hacerlo ella. Poco a poco se fueron saltando obstáculos y para el final de año ya casi estaban todos completos. También fue ahí cuando terminé de comprender todo lo que en realidad concluye y se mueve con un evento así.

Fue año de abandonar mis convicciones en una apuesta. Pero antes ya había dejado una semilla legislativa y pude por primera vez transformar lo internacional en nacional. Semilla que puede dar mucho por México y por mí después. Sin embargo, le jugué a estar en la banca por un tiempo e irme al bosque para tener una vuelta segura. Una buena decisión, sin duda, pero no deja de ser algo ausente. Cuando uno sabe realmente donde está el corazón. Así llegaron las comidas suntuosas y las eternas jornadas laborales sin sentido. Aprender a dormir en la oficina y poquito a poquito ir mermando el gusto por un lugar donde el talento y el intelecto no es necesariamente el factor que importa. Así, en medio de todo el frenesí de vida y de ir componiendo paso a paso todo lo que había que cambiar me di cuenta también que lo que hacía no me llenaba. Mandé unos correos y semanas más tarde comía con Dios Padre y tomaba café con JC quienes me dieron calma y me hicieron recordar mi pasión por el juego. La forma en que podía canalizarlo. Fue igual en esos tiempos en los que volví a mi lugar feliz y respiré todo lo que una tarde rosa parisina me pueda dar y lo profundamente feliz que me puede hacer. Saborear mi historia y enmarcar todos los recuerdos, reales e irreales, que en mi vida me llevan a ese lugar y que siempre culmino con un espresso en Place des Vosges. También regresé a la isla sólo para desencadenar todos mis demonios. Para ese momento del año había acumulado mucho y fue el lugar en el que terminé de lidiar con ello, a entender, a expulsar, a dejar ir.

Al principio del año volvió Karla y con ello se cumplía uno de mis mayores anhelos. Y la adoré hasta el cansancio y me imaginé compartir una vida con ella. Pero era tal mi sonrisa que no me di cuenta que mucho había cambiado, que no era ya la persona en la que me había perdido profundamente y aunque cuando lo hice intenté buscar en ella aquella increíble luz que brillaba para mí, simplemente ya no estaba. Ella se fue, no fui yo el que lo hizo. Tal vez la luz que ella veía en mí también se había extinguido. Pero la verdad era que la felicidad que me dio al volver comenzaba a desvanecerse con sus arranques de incertidumbre. La única persona en la vida que me ha podido hacer profundamente feliz y completo y dubitativo y temeroso en tan pocos espasmos de tiempo. La montaña rusa fantástica y funesta que siempre fue estar con ella. Ambas. Toda la carga emocional. Me hizo falta y todavía lo hace, pero empecé a dejar ir. Y la pienso todavía, la extraño también. De muchas formas siempre la querré, pero no la persigo más, no la espero más. Comprendí mucho con su partida y sobre todo con su ausencia.

Con todas esas cargas necesitaba un cambio, necesitaba romper conmigo mismo. Se fue Maykel, mi amigo de tantas batallas y caminos. Llegó el Frijol, increíble. Mi gran gusto mundano. Pero no era suficiente. Necesitaba algo más. Fue así como llegaron los meses de rompimiento, de vida sana, de regresar a hacer ejercicio y de lograr un verdadero cambio en mis hábitos y en mi vida. Se fueron 20 kilos y llegaron muchas cosas buenas. El mayor signo de cambio se dio justo después, en la orilla de México que no conocía. Aquella noche de boda y la explosión que trajo consigo. Mi historia de aventura. Y con la niña del norte llegaron las demás. La ninfo y su obsesión. La del amor secreto de la carrera. La niña iPod y su ajena frescura. La quiropráctica y los planes de sillón. Mi total cambio de esquemas y prácticas. Mi anhelo continuo de relaciones sencillas.

Pero hay cosas que no cambiaron. Continuó mi amor por el juego que fue plasmado en mi primer artículo de verdad. Por fin aportando en mi país. Luego vino la petición de regreso. Y lo hice en circunstancias extremas, con poco tiempo y mucho corazón. Los padawans sacando la casta como nunca y regresando el cacharro a casa. El mejor resultado fuera de ella y la sensación de que es posible trasmitir y dejar huella, de que al parecer hay quienes continuarán con el juego en el cerro, pero por México después. Regresé a dar clases. Ahora como titular y aparentemente con fama entre los alumnos. Maravillosas revisiones y lo muy feliz que me hace volver. En esa inercia la petición de dirigir tesis como algo que no me esperaba. Meses después de rebotar un trabajo extraordinario me encontraría con la Dra. B y Dios Padre sentando, evaluando al padawan, como si yo hubiera estado listo para hacerlo. Gigantesco orgullo por él. Culminaría el año en Cantab, en la publicación, con mi nombre en el Brownlie y de pilón siendo sinodal de nuevo. Con todo ello, las terribles ganas de volverlo a practicar todo de verdad, pero sentando vínculos de academia a futuro.

Fue año que lo viví en familia. Que me trajo dos nuevos consentidazos a los que corro a ver apenas puedo. El tío alcahueto y sus tres motivaciones. Fue un año donde los de siempre estuvieron conmigo, no me dejaron caer nunca, a pesar de que fuera tan rudo. B, mi segundo hermano. L de mail puntual trasatlántico. A, mi pilar, G el otro. R, el que le tocó aventarse todas las de este año y J y F abriéndome su hogar. La familia que tengo ahora en el bosque.

No fue un año musical, supongo que en eso también hubo cambios, pero Snow Patrol y Bon Iver marcaron tonos. Tampoco fue pambolero, salvo la pausa granadísima de medalla de oro. Supongo que la cabeza estuvo en demasiados lados para estar ahí también.

Creo, o quiero pensar, que es hasta ahora el momento en que culmina la caída que trajo el regreso de la isla. Fue un año difícil. El más rudo hasta ahora. Todo cambió y mi vida es otra. Con todo, lo aguanté y llegó el momento de seguir adelante.

Viene otro. Yo, totalmente cargado a esta nueva vida. 

sábado, 29 de diciembre de 2012

diciembre


Comenzó descansando la marabunta. Justo después de aquella llamada de teléfono que confirmaría los presagios y confirmaría también que el cambio puede estar cerca. La misma que me hizo volverme a sentar una semana después como sinodal para cerrar un año de academia. Lejos de la práctica, sin embargo muy, muy cerquita del medio paa trasmitirlarla. Con ese broche, en lugar de cerrar, se abrieron los proyectos del próximo año. Ambiciosos, como siempre. Fantásticos si se logran. El correo que llegó justo cerrando el año me dice que se puede, ello y todo.

Y el mes continuó entre amigos. Agradeciendo momento a momento lo importante que fue que estuvieran aquí. Gozando a cada de uno de ellos. El reconocer de nuevo lo afortunado que soy.

Terminaría en casa. En Navidad sin árbol y si bien triste, muy unida. Tiempo con mamá como hacía mucho no lo tenía. En la sombra del naranjo descansando un año muy rudo.

Cierra el año, por fin. Lo hace benevoléntemente. No indica nada todavía, pero ya dio las primeras señales de cambio.

viernes, 28 de diciembre de 2012

jueves, 29 de noviembre de 2012

noviembre



Comenzó con la tradición de hace ya tantos años, pero apagando solo la vela. Ya no fue como antes y nunca lo será, pero tal y como lo pacté con la tía aquella tarde dolorosa, es algo que no puede acabar. Era lo que al Inge más le gustaba y vernos a todos reunidos de nuevo por él, como siempre, por el gran gusto me llena de tanto. Comenzaría ahí, justo donde están mis tres adorados. El tío alcahueto y lo mucho que disfruto jugar con ellos cuando me dan mis arranque de escape a carretera en el frijol.

Mes de orgullo de mamá y de familia. De unión, de aguante y de ver que las cosas poco a poco se resuelven en esa unión. Noviembre de gustos familiares y de comprender que no importan los golpes, la unión, el amor, la fuerza, es lo que nos mantiene adelante. 

El mes sería de juego y de realización en torno a él. Por una parte se cristalizaba la tesis del padawan y yo tenía el privilegio de debatirla junto la Dra. B y Dios Padre. Un gran orgullo haber podido contribuir a algo así. Uno más de casa que sale a contribuir a México de verdad, como ya lo estaba haciendo, y no sólo de manera potencial. Por la otra, o tal vez que generada por la primera, entendía por fin que ya no podía ni quería seguir desviando mi camino. Así, simplemente empezaría a enderezar todo y preparar lo que viene. Regresar a ser yo. Punto. En noviembre me llegó la claridad y ahora ya comienzo a preparar el próximo año. Salgo de este ciclo funesto, de este letargo y la pausa que implicó entender de nuevo todo. 

Y todo esto parece normal en un tiempo de cerrar ciclos, de cambios. Mes de tardes ocres y de temperaturas. Justo el momento del año en el que mejor me entiendo y me siento más cercano a mí mismo. Winter blues, aunque no sea invierno, le dicen algunos. Esos tiempos en los que flaqueas y te dejas llevar, tal y como lo hice en este mes. Comienzas a recordar y a sentir, pero después de tanto también te amarras y sabes hasta dónde llegan las cosas, en verdad. No es lo mismo. Así de sencillo.

No sé si sea sólo yo, pero hay algo en noviembre que me hizo creer que cierra ciclos. Más allá de que lo necesite, lo siento. El año se rompe ya y espero que muchas, muchas, muchas cosas lo hagan también. 

Noviembre, como siempre, en esa sobriedad amarilla fue revelador. Trae adelante y de vuelta quién soy, espero. 


medalla


Ha sido un año rudo para la Chemistry, más que para cualquiera de nosotros. Por más que J y yo intentemos animarla y levantarla es normal que le cueste todavía. Fue toda una vida.

Para mí el proceso ha sido complicado porque he sido a quien le ha tocado llevar la racionalidad. Por definición, la posición antagonista. Más difícil se ha vuelto cuando no pude ir para los homenajes al Inge. Por más que quería, el bosque me atrapó. Esta vez, no importándome las consecuencias ni lo que vaya a pasar apenas regresé, no lo iba a ser.

Medalla al mérito químico. La señal de lo grande que es la Chemistry. Gran aliciente para ella y la muestra de que no se va a dejar caer. Ahí estaremos para sostenerla.

Orgullo. Gigantezco. Lo vale y lo valdrá todo.

Es hora


Llega un momento de ya. Suficiente. Mueves, lo intentas, sigues, pero sabes que no te llena, que no te da para ser feliz. Luego, el acabose llega después de horas y horas, días y días sin parar en el que te das cuenta de que no lo vale y los que te llevan te das cuenta de que tampoco los importa. Aportar, como concepto, no es algo que se practique, entienda o quiera por esos lares. Cuando una de las únicas formas con las que te entiendes es así, necesariamente llega un conflicto insuperable.

Y claro que lo intenté y le di la oportunidad, pero llega el momento de aceptar que no será lo que haré, porque no me gusta y porque mi camino, tal vez, estaba dictado desde hace mucho y éste sólo fue un año de confirmalo. Dios Padre me lo hizo ver, no que el Peitron siempre me lo reiterara. Y las señales son tan claras y tan constantes que es ocioso intentar dejar de verlas. Ahora sí, de verdad, comienza el otro proceso. 

Ironías de la vida, porque comienza justo cuando a México le llega otra oportunidad. A mí, notificado por la televisión, para ser que me llegará también. El whatsapp, el bb pin y algunas chelas de cuates me lo confirman. Uno nunca sabes para quién trabaja y a dónde la vida te vaya a poner. Chistoso que cuando lo hice sólo fue poque creía en ello y porque sabía que podía aportar. Ahora, tal vez, será lo que me lleve de vuelta a casa.

Momento de regresar. Momento de contribuir a México. Momento para empezar a pavimentar el camino de vuelta y la permanencia. Creo en México, creo en mí. Ya fue suficiente. Es hora. 

domingo, 25 de noviembre de 2012

#41

Dave Matthews - #41

(examinar)



Sentado junto a Dios Padre y la Dra. B. Ni decir el gran privilegio que el chavo tuvo frente a él para examinarlo. Y yo, que ni la debía ni la temía, ahí también. Jugando del otro lado de la mesa, del que implica firma en acta y junto a dos monstruos a los que admiro profundamente. Extraña nueva posición.

Y la verdad es que no me la creo todavía, porque mientras tras bambalinas discutía con Dios Padre de Mox Plant y las comisiones mixtas ya lanzábamos fugaces preguntas que el padawan capotearía magistralmente. Ésa fue sólo una de las facetas, porque en la otra me era casi imposible contener la sonrisa de ver cómo uno de los padawans crecía y todo lo que había trabajado se cristalizaba dejando en asombro a quienes estábamos ahí presentes.

Qué orgullo, caray. Poco a poco salen más. Poco a poco contribuirán más.

Deseo

Jorge Drexler - Deseo 

ambrosía



Fin de semana de mí. Momento de regresar a la cocina y jugar de nuevo con los ingredientes como hacía mucho no lo hacía. Espinacas y zarzamoras, mozataza y camarones, pulpos y aceitunas. Siestas perfectas después de un whisky de coronación. Albercas y árboles que lo antecedieron. Uno de esos momentos sólo para mí. Por la noche la aventura culinaria continuaría en casa ajena, con gente ajena, y con maravillosas sonrisas gastrónomicas que terminarán publicadas en revista. Una más a las historias peculiares de este año.

lunes, 19 de noviembre de 2012

Grotius, el juego y los que siguen


Un día comencé a jugar. Sólo porque era nuevo, porque podía. Otro día me di cuenta de que amaba eso por lo que jugaba y comencé a trasmitirlo. Sólo porque quería que muchos más pudieran disfrutar el mismo juego.  ¿Porque por qué no buscar que todos jueguen si es por lograr algo mejor, si es por construir, si es por México?

Años más tarde me encuentro con postales desde la Haya en mi oficina en las que me hablan de coach, de gusto y de gracias, de lo que viene.  Años más tarde me encuentro con una tesis que en su dedicatoria me dice esto:

[...] I am in no doubt that there is some common law among nations which applies to war and its conduct; so there are many urgent issues leading me to take up my pen.  I have seen a wantonness in warfare among Christmas which should be shameful even among barbarians; I have seen men sum to arms for frivolous or inexistent reasons, and having taken them up, show no reverence for divine or human law, as if at a word their fury had been unleashed and they were capable of my crime [...]

[...] We should therefore remedy their arguments, so that people are not encouraged to believe either or everything that they say [... ]

Hugo Grotius. Prolegomena.
De Jure Belli ae Pacis

Años más tarde no puedo contener la alegría de que uno más saldrá al ruedo pronto a continuar con el juego en estos términos. Años más tarde no puedo más que agradecerle a la vida el haber podido ser parte de ese proceso, de que creyeran en mí, de poder dejarme trasmitir estos anhelos. Años más tarde sigo agradeciendo a este juego lo mucho que me ha dado y lo muy feliz que ha hecho.



Yellow

Coldplay - Yellow

alto


Se vienen cierres. De año, de ciclos, de mí.  Procesos, todos, en los que claramente puedo marcar las líneas. Justo terminando aquél de día a día por el que tuve que regresar a mi lugar feliz y a la isla para entender. Llegó el momento de regresar a lo que volví. Es el momento de regresar a ser quien soy y jugar a lo que creo. Con ello, o por eso, vino una implosión y la necesidad de un alto.

Llegaría con tres días de hermanos. Los de hace tanto que siendo tan distintos y tan lejanos a ello entienden de qué les hablo. De mis ganas, de mis anhelos, de quien soy. Y así, entre comidas después de bicis boscosas y cenas de vino en el frío de noche estellada descansé toda esa carga. Irónico como a pesar de  ese vaivén acompañado al final terminó hablando sólo conmigo mismo, acordándome de quien mejor me entendía y con quien compartí todo de mí. Así con las cosas cuando suceden.

Se vienen semanas rudas. De aguante y de inteligencia, de paciencia. El alto llego en el momento indicado. 



domingo, 11 de noviembre de 2012

Typical Situation

Dave Matthews & Tim Reynolds - Typical Situation

siempre


Pasan los años y eso no cambia. Muchos cerca. Cariño que no se oculta. Otra vez tuve la oportunidad. Una noche más de anécdotas con los más cercanos. Una de las mejores cosas de mi vida.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

veintiocho

Este año no lo esperaba. Lo olvidé por completo. Añoraba más los tres días anteriores y el recuerdo de papá en la mesa. Pero también era inevitable, un año más. Uno distinto, tal vez el “Saturnazo” como A me dijo que debía llamarle. Como sea, de cambios, de golpes, de estruendos en todos colores. Y tal como la transición de los veintisiete, el cumpleaños sería igual. Ahora en un contexto distinto y con compañías de mesa que hace algunos ayeres serían impensables. Magret de canard – yo, en otras palabras - por la tarde y con los de ideología y tátarta por la noche con los tercios Jardón.  Mis pilares. Y así, en chiquito, disfrutar un nuevo año de una manera muy distinta. No que la celebración torbellino no vaya a llegar el fin, tal y como me lo dijo N. Podré haber cambiado muchas cosas en mi vida, pero ésa no puede ser una de ellas.

Lluvia de mañana y con ella un suspiro. Día de mensajes de acercamientos nuevos. De claro interés de nuevas historias que se gestan. Yo dejándome llevar y disfrutando todo lo que viene y todo lo que está llegando. Día,  también, de mensajes de sonrisas, de todos tipos, tiempos, colores y momentos. Día de sentir el aprecio, de valorarlo. De apreciar y cuidar cada momento también con una sonrisa mía. La mejor manera de sentir las cosas.

Uno más. Uno raro. Que vengan muchos. Mejor extraños que no raros.

domingo, 4 de noviembre de 2012

llega


Baja la temperatura. Lo hace puntual. En medio de lluvia revela. Curiosa prácitca de, ésta, la mejor etapa del año. En calma disfruto cada instante. Porque adoro estos momentos. Porque no sé que venga mañana. Ya no lo espero.  Porque porqué no hacerlo. Cierto o incierto. Da igual. Saborear los instantes chiquitos, futuros y pasados.

Cielo

Benny Ibarra - Cielo

continúa


Noviembre llega con sus días de puente. Siempre han sido los que más espero en el año. Desde hace mucho es el momento para juntarnos en familia.  Tradición de tanto, ya.  El pretexto siempre fue el cumple del Inge. Tenía que seguir siéndolo así. Y aunque no puedo negar lo desolador que se sintió partir el pastel por primera vez solo, sé que él es el primero en estar contento por este fin de semana. No había nada que le causara más emoción todos los años. Por eso pedí que lo seguiéramos y mientras esté en mis manos así será. Me échare las milanesas que le tocaban a él. Es mejor sonreir y recordarlo así.

Ahora con las pequeñas calamidades que nos llenan a todos. Mis consentidazos y el momento en que ya me entendí como el alcahueto tío Luis. Me encanta esta faceta.

Sigue siendo uno de los momentos que más disfruto en mi vida.

Skinny Love

Bon Iver - Skinny Love

domingo, 28 de octubre de 2012

octubre


Comenzó en mi lugar feliz. Cómo si hubiera mejor forma para que el mes más vivo iniciara. Lo hizo con una luna apabullante y con la sensación de que por fin la tranquilidad llegaría. Lo había esperado tanto, no sólo porque trae consigo la época que más disfruto sino porque traería todas aquellas cosas que necesitaba para regresar al camino. Lo sabía, lo sentía y así fue.

Me encontró de vuelta en Europa. En lasa caminatas bohemias que desde hace tanto sirven para digerirlo todo. Había tenido tan pocas y tan raquíticos, verdaderos momentos conmigo. Acompañado de los más cercanos en realidad tomé un viaje hacia adentro, totalmente solo. Lo hice en el momento en que más lo necesitaba y con ello comencé a entender, a sentir de verdad y a dejar que me dolieran y me emocionaran las cosas que siempre o han hecho. Liberé tantas cosas de este año por las que me había mentido.

Regresé también al naranjo y lo que ya había comenzado a salir caminando junto al Thames, culminó. Sentí la ausencia presente y comprendí, en todo su maginitud lo que había pasado. La dejé brotar, pero también degusté ese luto con la alegría de una vida maravillosa y sabiendo que todo sigue y yo tengo que ser batuta de ello.

Mes de lunas. Mes de sonreirle a mi sonrisa eterna y disfrutar su recuerdo. De entenderme frente a todo ello y lo que implica en mi camino.

Con octubre llegaron las reuniones con los ídolos. Ya no como ídolos sino como amigos, consejeros. Me sentí acogido y, sobretodo, confirmé dónde me siento en casa. Puede faltar poco, pero también puede que eso no sea cierto. Por lo pronto, me regresó la claridad en lo que quiero y hacia donde voy. Paciencia. Paciencia. Paciencia. Esta vez, contrario a todas las anteriores, no puedo dejarme ir y moverme y moverme. Todo llegará a su momento. Octubre me lo dejó claro.

Mes de regresar a la canchas y continuar con la disciplina. Ya no en extremo, sino como modelo de vida. Poco a poco alcanzo el equilibrio. Mes también de encuentros y aventuras pequeñas. Dejarme ir un poquito y saber hasta dónde. Disfrutar sin remordimientos y sólo por hacerlo.

Con octubre regresaron las tarde ocres terribles y las lunas silenciosas que rompen la noche. La etapa del año en la que mejor me entiendo y convivo conmigo mismo. Justo cuando más lo necesitaba. La vida ya está comenzando a acomodar lo que tiene planeado para mí.

lunes, 22 de octubre de 2012

Laughing With

Regina Spektor - Laughing With 

ausencia



Fue la primera vez que volví. Las circunstancias habían orillado a que así fuera, pero una parte de mí también se rehusaba a hacerlo. Lo supe desde el momento en que entré y su ausencia se hizo notar. Todo se sintió diferente. Vacío. Aunque lo hubiera reflexionado ya muchas durante el año, me cayó todo el peso de golpe. 


Volví bajo pretexto de él. El primero de dos homenajes. Éste era en su segunda casa, en el club, en el que pasaba todas sus mañanas y al cual le dedicó tanto. De inmediato sentí el cariño que la gente le tuvo y le tiene. Dejó muchas huellas. Buenas, todas. Cómo me gustaría tener la certeza de que él lo sabe.


Sonreiría, como tanto lo hice yo.

Quiero guardar eso conmigo. Más ahora en que el rol de familia tiene que adaptarse. Me preocupa más ella. Perdió a compañero de aventuras, a su cómplice. Por más que intente, sé que hay tanto en lo que no podré entenderla. Sin embargo, en una muy pequeña medida pude sentir lo implica para ella, la ausencia Me sigue tocando estar ahí, sólo eso, hasta donde sea necesario e implique lo que implique. 


Regreso cambiado porque sencillamente la vida cambió. Lo hizo hace varios meses, pero no es hasta ahora, con mañana de lluvia sin nubes y tarde de salita, que pude comprenderlo del todo.

Don't Wake Me Up

Chris Brown - Don't Wake Me Up

tres


Ya son tres. He llegado a olvidar quién era cuando fumaba. Mucho, mucho, mucho ha cambiado desde entonces.

jueves, 18 de octubre de 2012

Landfill

Daughter - Landfill

paciencia


Siempre lo que más me cuesta. Por ello necesitaba tanto la pausa. No podía controlarme y todo me enojaba ya. Pero hay momentos en que hay que saber parar, valorar lo que se tiene y esperar al momento exacto para dar el siguiente paso. Ése es mi reto ahora. Uno de los más difíciles para alguien que se mueve y se mueve. Al final, hay maneras de moverse y lo que me tocaba iniciar ya lo hice.

Bien me lo dijo JC, planear para lo que quiera hacer cuando tenga cuarenta. Así está siendo. Creo que después de aquella plática con él las cosas fueron más claras. O tal vez sólo me dio el aliento que necesitaba. Tiene más de un año que regresé y por momentos perdí el rumbo. No lo niego. Pero siempre he sabido lo que más me mueve.

Así, antier que regresé a las vajillas con escudo del Mural de Tamayo me sentí en casa. Aunque se sea feliz, casa sólo es una. Se siente. El sentimiento fue todavía mayor cuando Dios Padre me demostró el cariño y ya no sólo la afinidad profesional. Me dejó en claro lo pendiente que ha estado de mí y, sin tener qué, lo apenado que estaba por todo lo que pasó. Eso también se siente y no tiene que ver con deferencias profesionales. Por ello,  ante la pregunta que me hizo si querría regresar a casa no lo dude: me fui y regresé sólo por ello. Por contribuir a México. No por nada la plática se extendió de más, para luego ya sólo hablar como amigos. Como al final lo dijimos, finalmente somos muy poquitos que amamos tanto esto y lo amamos más cuando se trata de hacerlo por México. Con una promesa y un deseo mutuo, la semilla ya está. Una de ellas, pero sin duda la que más quiero, por la que daría todo.

Es cuestión de paciencia. Ahora tengo que ser capaz de tenerla. Actuar cuando yo deba hacerlo y dejar que las cosas fluyan cuando ya no dependa de mí. Hay tanto que quiero dar.

La tormenta

Aleks Syntek - La tormenta

miércoles, 17 de octubre de 2012

pambolero


Era lo que faltaba. Una de las cosas que más anhelaba de la renovación. Ahora con condición, de vuelta a la cancha. De verdad. No como en la isla que fue ameno, pero parcial. Una liga de verdad como cuando el Inge nos llevaba a J y a mí. Curiosamente, primera vez en la vida que jugaremos juntos. Más curioso y, de hecho, feliz, que J cree que juego igual que cómo lo hacía mi papá cuando éramos niños. Oxidado, sin duda. Pero ya habrá tiempo para que regrese el toque preciso. Mientras tanto, feliz. Es difícil explicar lo mucho que significa algo tan sencillo como esto.

Polish Girl

Neon Indian - Polish Girl

lunes, 8 de octubre de 2012

Tercera parte: el retorno y el tercer mentor


Aquella isla que odio y amo tanto. La misma sensación de romperla que dos años atrás me abrazaría al llegar. Londres, Londres, Londres. Su rudeza intimidante. Una muy distinta a la de cualquier otra ciudad. A ella no llego como turista. Esta vez me recibiría con un sol ajeno. Iba por un ciclo. No sabía si a concluirlo o comenzarlo. El pretexto de publicación, siempre fue sólo eso, pretexto. 
Llegué con miedo. Miedo de despertar a todos mis demonios. Al final, iba al lugar en el que había lidiado con ellos. Todo en Londres y en Cambridge son símbolos de mi historia, de mis anhelos. 
Pero caminando rumbo al Tate me atacó el recuerdo de las horas y horas de Skype con papá en mis noches y sus tardes. Lo unidos que nos volvimos en la distancia. Ya no pude más. En una sonrisa lo necesité como nunca. Lo extrañé
como siempre. Me di cuenta de lo que en Barcelona se había comenzado a asomar. Y es que por más que le sigo contando, aun no se detiene el sentimiento de creer que sigue aquí y regresaré de mi viaje, tomaré el teléfono y le platicaré todo. Todavía no sé lo que serà mi vida sin él y no lo puedo descifrar. Que me hace falta que me escuche, sólo eso. Que ya no puedo explotar, porque ya no tengo con quien hacerlo y que por ello acumulé tanto durante estos meses. Que sé que sigue aquí, pero el hueco no se ha llenado y difícilmente lo hará. 
Más adelante pensé en Karla. Lo había evitado. Siempre que me llega ese recuerdo, lo expulso y me miento. Lo niego y lo digiero en silencio. Lo convierto en símbolo tal y como lo sentí y lo redacté en París, como siempre ha sido. Pero me dejé hacerlo esta vez. Tal vez fue el lugar de catarsis, suyo o mío, mío o suyo, pero esa ciudad también tenía significados. Y es que hay tanto que me gustaría compartir con ella todavía. Tantas cosas que le roban sonrisas. Me gustaba que formara parte de mis aventuras porque nadie como ella sabía saborear los instantes, los gustos chiquitos. Lo que más me gustaba de ella. Hubiera sido difícil que no me llegara constantemente a la mente durante estos días. Pero los meses han pasado, nuestras vidas han cambiado y yo también he entendido que hay cosas que no extraño. Que no ha llegado quien me llene como ella, pero que tampoco merezco ni quiero mucho de lo que me daba. Y, sin embargo, hay veces que todavía...  
Para ese momento no había pasado ni un día y quedaba claro lo que esa isla es capaz de despertar por mí o en mí. 
La noche se volvería de bar de banqueros en terraza de vista completa y de abrazar a D y todo lo que compartimos estando allà. Gins ahora con Ki, la historia que no fue y la mitad del cuarteto de Cantab. La preparación perfecta para regresar. Noche violenta que tendría que ser despertada temprana porque habría que volver. 
El ya conocido camino saliendo de Kings Cross. Mi lugar, de traje, de vuelta, de casa. De vuelta a las grandes ligas y en tertuilias con gente que conoces y en las que sientes pertenecer. Mi nombre a la par del de grandes y el gusto de ser parte de la historia. Más importante aún, mis ideas y mi forma de entender el derecho validada por el màs grande para que sea leída donde sea. Mi contribución al juego. 
Cuando la euforia de canapés había culminado, caminando por Cantab, llegó la realización. Amé los momentos que tuve ahí, crecí como nunca lo había hecho, pero mi ciclo ya había terminado. Descubrí que mis ideas de regresar en realidad eran bandazos de este año y lo duro que me ha tratado. Alivio. Respuesta. Con eso había valido la pena. Me dediqué mejor a caminar y respirar el lugar al que no sé cuando volveré. 
A la mañana siguiente me levantaría temprano para la cita de café. La puerta azul. Y ahí, como un tipo cualquiera, y ya ninguno de los dos en traje, me recibiría mi tercer mentor. Como amigos, como colegas, platicamos de casos y de la vida. Me dijo que me veía bien y que entendía mis dudas de práctica y de academia. Me hizo ver que mi camino ha sido bueno y que voy bien. Me contó de sus experiencias y me hizo ver que estaba enterado de la mía. Estaba sorprendido de lo rápida que ha sido. Atípico en una carrera así. Me chismeó que va con todo a la Corte y prometí llevarlo a México. Una de las pláticas que más he disfrutado. Tanto, que olvidé preguntarle del aut dedere y su opinión para el 42. Ya habrá otra oportunidad de hacerlo.  
Dejé Cantab y dejé la isla. No sin antes tener cena con servicio exterior y esos tejes y manejes a los que juego sea donde sea que esté. Esta vez con amigo y con otros que ya lo son. Uno nunca sabe.

Me fui con respuestas. Me mantengo con algunas dudas, muchas en realidad. Pero siento que volví al camino. Que hacia donde sea que vaya, ya voy. Y a eso, justo a eso, fue a lo que regresé.

Segunda parte: la Senyera y la prima



Escala media. La que salió de última hora. La que fungió como descanso. 

Peñas por y para el Barça en semana relevante. Carajillos con sonetos góticos y tardes sosas que se disfrutan como ningunas. Amiga choca desde pañales y cañas como sólo con ella. Pausa. Sólo eso. 

En medio, una repuesta en forma de duda o, más bien, una duda en forma de respuesta. Propuesta de regresar, pero en la casa de nombre de árboles, con todo lo que implica para mis dolores políticos, pero sabiendo, también, que es el mayor lugar para construir por México. Difícil encrucijada. 

Pero Catalunya significaría otra cosa. Sería recordar a papá. Sería platicarlo y extrañarlo con la prima cercana. Contarle y contarle todo lo que ha pasado y por lo que he pasado. En ese entendimiento que tenemos desde hace mucho traducido en horas con un vaso de agua en la cocina. Implicaría seguir vaciando lo que ha significado que ya no esté. Lo mucho que lo extraño. 

Una ciudad fantástica contorneada naranja. De acordes tranquilos y en la que tengo una casa de descanso en familia. Quería volver desde hacía mucho.

Primera parte: mi lugar feliz



Necesitaba escapar. Y bajo un pretexto, decidí regresar a ése, mi refugio. Tanto se había acumulado en meses de desgaste constante, de amedrentar el espíritu. Cuando se trata de ser fuerte, de empujar, llega un momento, creo, en que todo termina por salir. Sin querer, la vida y la muerte, el amor o el amar y el día a día me habían sobrepasado ya. No lo quería aceptar.  
Llegué a París de una forma distinta. Una más para vivirla, no para entenderla. La realidad es que cada vez la siento más mía. Me recibió con una luna llena, como si no pudiera haber mejor señal para creerlo así.  

En esa manera distinta vendría la primera realización, la de convocatoria, la del cariño que me pueden tener. Horas de whiskys y quesos, patos y conchas, y de un grupo que ha creído en mí. En corto, con L, el entendimiento de que regresaba porque tenía asuntos de ese lado del mundo y no sólo un pretexto de escape. 

También, la ya acostumbrada sobremesa de horas y horas de amigo entrañable. El buen Doctor y sus muchos consejos con apellidos familiares y la primera referencia de futuro ante mis incógnitas laborales. Lo confuso que se ha vuelto el qué quiero hacer con mi vida. Esta vez terminaría con bicicletas en medio de las luces desveladas de una ciudad que no deja de sorprenderme a ninguna hora. Una de las experiencias más liberadoras que he tenido. Justo lo que necesitaba para comenzar a dejar todos los sentimientos abruptos que llevaban tiempo rondándome. 

Lugar fantástico de respuestas y lágrimas de todo tipo de sentimientos. Las primeras, las respuestas, me llegarían en correos de casa y de juego. De comida pronta con Dios Padre. Las lágrimas, tramposas, ésas llegarían de muchas historias que he guardado y de momentos que ya no. 

Un día antes ya había puesto pie en ese lugar del Sena en el que enterré todo dos años atrás. Quería saber si aún seguía ahí. Y es que sólo deambular por esa ciudad me transporta dentro de mí. Entre tonadas que culminan en la cúspide Montmatre y Rothkos y Kandinskys se fueron los días. Ratatouille de muchos sentidos. El sentimiento de paz que ahora ya me trae el Jardin.  

Necesitaba regresar. Tenía que ser la primera escala. La que saboreo y disfruto como ninguna. El lugar en el que me encuentro. Comenzaba a tener respuestas, a respirar. Dormiría todo en Place des Vosges en tarde rosa serena de espresso. Sólo así podía ser. El lugar de mis más grandes pasiones. Mi lugar feliz. 

domingo, 23 de septiembre de 2012

septiembre


Mes de terminar procesos. Tiempo en el que muchas cosas las he digerido ya y otras comienzo a abrir. Mes de seguir adelante, dándole, jugándole. Septiembre de historias patrias y de vuelta a años pasados con amigos de toda la vida. Mes de tratar de regresar a la calma y en ella ordenar ideas y esquemas.

Tiempo en el que regresé a trasmitir, a jugar. Con ello el ánimo me cambió, pero también potenció el deseo de seguirlo haciendo. Mes de proteger el juego y tomar decisiones para que así sea. Ésas cosas que nunca acaban. Las otras, las que no fueron decisiones, ésas sólo fueron impulsos de un tipo que se carcateriza por ello. Apasionado al fin.

Claro en los demás sentidos. Lo que quiero, lo que no. Mientras llega me divierto y hago cosas nuevas y me abro a otros esquemas. Por un rato, al menos.

Viene el cierre de año. No sé que tan cierre sea o que es lo que cierre, pero viene. Llega con asuntos fantásticos y con la melancolía ocre de los mejores meses. Empezará con tiempo para que reflexione, para que disfrute.

Sunset

The XX - Sunset

en camino


Ya con más calma las cosas comienzan a verse distinto. Mucho, sin duda, tiene que ver con que ya empecé el camino de nuevo. Simplemente no me puedo quedar quieto.  Jugar y jugar y apasionarme con lo que hago todos los días. Punto. 

Empieza con mi insolencia ya clásica. Esos arranques, arriesgarlo por ver qué pasa. Ahora le tocó a JC sufrirlo. Irónicamente terminaría contragolpeándome cinco minutos más tarde. Sí, exactamente cinco minutos. El mensaje era suficientemente claro como para no atender su "tenemos que sentarnos a platicar." Regreso a la puerta azul del Centro no sólo a celebrar mi nombre a la par del de héroes, ahora también a planear: a ver qué pasa con las cláusulas y las jurisdicciones, con mi futuro. Gran, gran emoción.

Pero la semana continuaría con otra clase de alegría. Una más enriquecedora. Aquella en la que el coach se lleva al padawan y éste lo supera. En el cerro y ante los ojos de los que ojalá se queden con la misma emoción. Fragmentación a duo. Ya no sólo como interpretación, sino como sistema. Lograr generar esa visión, desde la filosofía y la teoría, ya no sólo desde la implicación práctica. La clase más grande que me ha tocado dar y la que más he disfrutado. La satisfacción de creer que tal vez puedes dejar huella.

Vendría después el bosque. Ahora con el general en exceso y con los teléfonos casi ahí. Con nuevo rol y midiendo qué tanto ahí. Por supuesto que sigue siendo mi lugar, por supuesto que sigue siendo una opción. Es cuestión de ver siempre lo que más me llene. Esa es la regla.

Finaliza con de nuevo esa opción de restructurar a los humanos y mi innegable gusto ya por ellos. Difícil seguir engañando. Ésa, como el Mural de Tamayo, también lo siguen siendo, pero hay que darles tiempo. Ésas son con más calmita.

Pronto tendré el tiempo de acomodar todo lo que se tiene que acomodar. 


Zamba del olvido

Jorge Drexler - Zamba del olvido

claro


Pasa el tiempo; las cosas se vuelven más claras y las voy entendiendo. Poco a poco salgo de ahí. Se desvanecen las asociaciones y las canciones comienzan a dejar de tocar fibras. Tal vez sea la exposición o la nueva abundancia, pero se siente distinto. Tal vez, o en realidad, sea que poquito a poquito le he podido dar el tiempo que necesitaba. 

He entendido que hay cosas que no quiero, que obvié y que creí que no significaban lo suficiente. Sobretodo, comprendí que existían. En esa burbuja de tanto tiempo me empeñé en ver lo bueno o el potencial. hay tanto que dejé de ver. Hoy es distinto. Entendí, por otro lado,  que también se trata de elecciones, de contextos, de caminos, de dos. Lo bueno no siempre es lo bueno para todos, para los dos. Y gracias a esos contextos y caminos, cada quien termina eligiendo. 

Supongo que ése al final soy yo.  Ahora estoy más claro. Y, sin embargo ... es algo que arteramente, sin piedad, aún me roba momentos por las tardes.



1*15*96

The Ataris - 1*15*96

reunión


Cinco años más tarde. Algunas cosas cambian y otras no. Ejemplo de lo que fueron los cinco anteriores. Y platicando con P queda esa idea de que los caminos los traza uno. Cada quien termina siendo dueño su futuro y he ahí donde están las diferencias. Y en otra forma, fue inesperado entender el rol que jugaste.  El cariño que te desmuestran y el gusto por mis juegos. Me gusta pensar que es parte de lo que yo doy también.

Buena noche guarra de una carrera guarra. Gustazo.


domingo, 16 de septiembre de 2012

fin en otro valle


De nuevo fuera de la jungla. Ahora a aquel bosque en el que en la prepa significaba esquiar y el ligue de noche distinto. Los esquemas cambian, pero el gusto de pasar el tiempo con los hermans nunca. Fin tranquilo, justo como lo necesitaba después de semanas de ideas y entendimientos. Entre Malbecs, trote entre árboles de aromas y conversaciones de afinidad se fueron unos días que necesitaba.  Tiempo con los más cercanos. Rebotando ideas y sentimientos. Tantos y tantos años y todavía podemos seguirlo haciendo.

Vuelta en medio de lluvia tenue y tarde cayendo meláncolica rumbo al valle. Norah Jones, a quien voluntariamente había evitado por un tiempo ya, arrullaba el retorno. Ella y Louis lo finiquitaban. Para cuando la noche llegó yo ya había entrado en un letargo de silencio y satisfacción. Buena manera de escapar.

The Nearness of You

Ella Fitzgerald & Louis Armstrong

México, 2012


Hace un año volvía. Lo hacía sólo por esta maravillosa tierra. Dos atrás me iba, también,  gracias a este idilio llamado México. Nunca he entendido lo que siginifca del todo, pero me es inevitable inflar el pecho al pensarlo. Ahora que después de años por fin me sentí listo para leer a Paz creo en aquella soledad. Somos nada, pero todo también. No somos algo mismo. Y simplemente no importa. Méxicos hay muchos. Demasiados. En un año en el que he podido conocerlo más todavía, alcanzar pisos en los que no había estado, me convenzco cada vez más de ello.

Y el qué es un buen mexicano, qué implica serlo, sigue siendo uno de mis mayores pensamientos. Gritar en la calle, aunque yo no lo haría. Planear, para ingerir y construir, tal vez. Respetar, aromas y colores. Creo, sea lo que sea, que se reduce a una sola palabra: haz. No pregonarlo, o creerlo, o entenderlo... hacerlo. Hacer por esta noción etérea. Si es que algo es ser buen mexicano. Eso es lo que creo.

lunes, 10 de septiembre de 2012

falta


Me hace mucha falta el Inge. Hoy como nunca. Necesito hablar y hablar y volverlo a hacer como sólo con él podía. Es demasiado a veces. Y le muevo y lo vuelvo a intentar, pero se vuelve muy oscuro hacerlo a veces en esta soledad.

No paro y no lo voy a hacer. Sólo que hay días como hoy en los que todo cae de golpe. Lo que arrastro y el peso de todo este año se deja venir. Hay días como hoy en los que parece que no respiro. Me hace mucha falta mi tocayo para que me ayude a hacerlo. No siempre puedo ser tan fuerte.

Fuimos lo que fuimos

Jorge Drexler & Maldeamores - Fuimos lo que fuimos

Sin querer y más que a nadie...

domingo, 9 de septiembre de 2012

moviendo


Es muy sencillo. Siempre lo ha sido. Si hay algo que corregir, se corrige. Si hay algo que no se siente del todo bien, se cambia. Si hay algo que me emociona, lo persigo. Si hay algo que me emociona, doy todo por ello. Si hay algo que me emociona, lo hago realidad.

Tal vez en un año tan complicado, por decir poco, dejé ello de un lado. La cabeza se había saturado de tantas otras cosas que no me había dado el tiempo de pensar en lo que me apasiona. Ese gran motor que me hace seguir adelante. Hay cosas que corregir. Y como las hay, ya empecé a hacerlo. Movimiento de nuevo.

Tirada a los humanos de nuevo y al proyecto por el que regresé de Inglaterra.  Nada es seguro, pero puede haber ya una puerta. Muy lejana todavía. Pero como con todo, me muevo y muevo por jugar, por contribuir. Tal y como se lo dije a JMGR y como al Pei bis que ya está enterado de nuevo. Eso no es suficiente, porque nunca lo es. La pasión es demasiada como para parar ahí. Por ello Dr. P. ofreció proyecto gigante. De esos que cambian absolutamente todo, si es que llega a caer. Petróleo y aguas, el ambiental ya no resultó tan mala idea en Cantab. Como Cantab en sí mismo nunca lo es. ¿Naturaleza jurídica de las precondiciones de cláusulas complejas de jurisdicción? Ñam. A ver qué dice ahora JC.

El asunto es que yo me muevo y muevo y muevo. Giro y giro y no paro. Ya no lo voy a hacer. Nunca. Que me apasione cada uno de mis días. Ésa es la meta. 



Stay Out of Trouble

Kings of Convenience - Stay Out of Trouble

segunda


Llegó. Tal vez de forma más trompicada y menos constante, pero se valía ante todas las tertulias que hubo de por medio. Para ahora, esta meta ya estuvo acompañada de hábitos distintos y mucho mejores. Anfibios, al parecer. Cansado, sí. Contento, también. Mucho.

La verdad es que me fascina esta nueva parte de mi vida. No entiendo cómo la dejé por tanto tiempo.

Everybody Is Changing

Keane - Everybody Is Changing

miércoles, 5 de septiembre de 2012

back to school


Hay pocas cosas que me emocionen tanto como regresar a dar clases al cerro. Es una de esas satisfacciones que no puedo igualar. Es la que creo mi mayor forma de aportar de verdad. Me hacía mucha falta. Es grandísimo poderlo volver a hacer de nuevo. Felicidad.

The Ocean

Paul Van Dyk - The Ocean

viernes, 31 de agosto de 2012

agosto


Mes de reconstrucción. De idear quién soy ahora o si sigo siendo el mismo. Mes de oro y de aprobación de viaje.

Cargado de prácticas distintas y construcciones de confianza. Abundancia como nunca. Algunas historias que ya viví y otras muchas nuevas de aromas muy distintos todas. Todavía descifrando lo que siginfican y si me emociona tomarlas o no.

Fue un mes raro. Mucho. Pero me permitió entender qué está pasando, o al menos intentarlo hacer.  Entre tantas dudas, justo al final de él, un poco de claridad de juego y otro tanto de lo que siento. Para el final, creo, comprendí que sigo siendo el mismo. No importan los cambios. Con todo lo que ello siginfica.


There Is A Light That Never Goes Out

The Smiths - There Is A Light That Never Goes Out

replanteando(me)


Comenzó con la semana, con una carta en mi puerta. Era de JC. Me agradecía por el que está próximo a publicarse y hacía oficial la invitación de regresar a Cantab.  Ésa ya la esperaba, por lo que no terminó de hacer el estruendo, pero tampoco de robar grandísima sonrisa.

Continuó del otro lado de la banca. Pésima exhibición enfrente, pero eso no era lo que me importaba. Lo que valía era que también pudiera aportar un poquito. Trasmitir ese amor por el juego y por quién hacerlo.  Al final, sí creo que tengo responsabilidad. Que no se reproduzcan autómatas que creen que juegan, que creen que saben porque se subieron el cuello y eso bastó para luego desdeñar a los demás y maltrasmitir lo muy mal y poco que entienden. No es de medallas o de semidiososes, de nada sirven. Ésos, ésos son los que al final lastiman el juego y las causas que creen proteger. No basta con llenarme de alegría cada que tengo que pararme de nuevo a las 5 de la mañana para dar a clase de 7 en el cerro o perseguir al padawan para que por fin entregue una de las más grandes tesis que he leído, que brincos diera por haber poddo hacer algo así a su edad, y que se dejé debatir entre el non liquet o el CLS pues todo estaba ya en la interpretación.

Fue ese día y en ese instante que volví a sentir la necesidad. Ésa que no cubriría trabajar pro bono en políticas públicas por las noches, por más que las condiciones ya estuvieran más que dadas. No es sólo contribuir cuando se pueda o como se pueda, es hacer eso tu vida y entender que es lo que te llena. Que el poco o mucho talento que tengas puede servir de algo. Pero, ¿qué pasa cuándo ya no es una cuestión de esfuerzo? ¿Cuándo el medio en todas sus latitudes no te lo permite porque hablas otro lenguaje?

Por la tarde estaba de vuelta en mi nueva realidad burguesa. Siendo un CoBi, como ahora KP me llama. Vendría una sorpresa por ahí también. Rumor que me confirmarían dos días más tarde. Me toca ya el mío. Solo. Lo que buscaba desde que llegué. Sin embargo, huele a espejo y no entiendo porqué no termina de convencerme. O, tal vez sí. Traerá un poco de juego sin duda, sin embargo me hizo entender que amo dos caras del juego; aquélla en la que dejo volar las ideas en un frenesí o en la que aporto algo, genero soluciones. Ésa media de servir sin producir, creo no me llena del todo. Juego, sin duda, pero falta un sentido en él. Para ese momento la cabeza ya daba muchas vueltas. Lo había empezado a hacer desde semanas atrás, pero me había negado seguir con ello. Negado mi propia naturaleza, al fin.

Todo se rompería con la mesa de horas con L. Tal y como un año atrás . Una de las únicas dos personas que entiende cuando paso por esto del juego. El más cercano porque fue quien estuvo cuando se catalizó. El único que queda, en realidad.  Y lo hizo con una pregunta y una frase. La primera atendía a que entendiera que he dejado de pertenecer aquí o tal vez nunca lo he hecho y la segunda de sus encomienda de regresarme a Europa. Ambas llevan retubándome un poco ya. La realidad es que llevaban haciéndolo desde antes de que L llegara. Simplemente él lo construyó. Yo lo había obviado, dejado a un lado ante el terrible miedo de todo lo que implica ello. 

Ahora que es el nuevo asistente de JGMR en la ciudad del chorro, me contó lo que le dijo de mí. Me dijo de cómo él me había recomandado para ir al bosque, pero que le dolía y, sobretodo, que él creía que al final no podría estar contento, que mi casa es solo una. Un día más tarde me contaría los planes que aquél, como uno de mis grandes héroes, tiene bajo la manga para mí. No habría nada que me haría más feliz, justo que hoy que anónima me sonreía y felicitaba por mi camino.

Y la verdad es que ya no sé. Por primera vez en mucho tiempo ya no veo hacia adelante y no tengo respuestas. No me da miedo. Pero el hambre por jugar, por comerme el mundo de nuevo ha resurgido. La pasión que guardé por muchas razones comienza a brillar de nuevo. Me reuniré con JMGR y platicaré con JC. Abriré la baraja y en una corazonada haré algo. Lo que crea que me hará feliz. Hasta ahí es hasta donde me da para decidir. Hasta ahí es hasta donde puedo en este momento. Después, después me comeré todo.





domingo, 26 de agosto de 2012

Lights

Ellie Goulding - Lights (Bassnectar Remix)

Yyyyy, sí, Ellie es muy buena...

dudas


Tiempo de dudas. En este reacomodo todavía no logro decidir hacia dónde voy. Curiosas formas en las que cambian los esquemas. Las emociones se sienten distintas o las leo distintas. Cauto de ahora en adelante. Para todo, con todo. No niego que de vez en cuando todavía miro atrás y lo añoro. Sería difícil que fuera de otra forma.

Mientras tanto, huyo. Lo seguiré haciendo. En las ideas y en la distancia.

domingo, 19 de agosto de 2012

cicl(íc)o


Se abren y se cierran. Historias. Historia. Pipitione decía que en realidad tienen forma de espiral. Tal vez sí. Pero sin duda hay una especie de ciclo que retorna. Cosas que sabes que has vivido ya. Sólo que esta vez, como muchas otras veces, tienen sabores distintos.

Gratísima sorpresa. Ya sea de ciclo o de espiral. Todo vuelve. Todo está en cómo lo hace y en cómo saborearlo de nuevo. Tiempo de apertura.

1979

The Smashing Pumpkins - 1979

catch and release


O el juego para regresar a escena sin dejar de ser yo mismo. Confianza ajena. Abudancia inusual. Having fun.

lunes, 13 de agosto de 2012

regresar


Cuando vivía en la isla tuve oportunidades de quedarme en Europa, pero siempre hubo algo que me gritaba que debía volver a casa. No sabía que era, sin embargo algo dentro de mí me decía que no podía quedarme, que tenía que volver. Era tanta la fuerza de ese sentimiento que no dude al momento de decirle a JC que regresaba y no me quedaría con él.

M, robándose un discurso famoso, alguna vez me dijo que uno sólo puede unir los puntos hacia atrás. Creo que ahora estoy uniendo los puntos de mi vida y las causas que me hicieron volver han salido a la luz. Tenía que volver por mi papá. Tenía que volver para probar la realidad y saber medir los pasos en la ausencia de siempre-presente fortuna. Tenía que cerrar ciclos; poco a poco lo voy haciendo o intento hacerlo. He aprendido en estos días que necesito recordármelo, que olvido fácil y que cuando perdonas fácil, olvidar lo es más. Pero si lo intento, si lo pienso, regresan las causas por cual cerrarlos. Aunque en muchas cosas la cabeza no tenga nada a que jugar en realidad...

Me emociona mucho la idea de regresar a Cantab y a mi lugar feliz. Me emociona regresar y recordar quién era yo estando allá. Necesito saborear la idea de que nada de lo que creía estando allá es hoy realidad. Necesito entender cómo la compañía que esperaba y lo que ideaba estar haciendo simplemente no es y tal vez no lo sea. A pesar de ello, de la fuerza con la que añoraba tanto todo ello, de la pasión que le puse a ese tiempo sólo para regresar a luchar por todo, que sea distinto no necesariamente es malo. Crecí mucho estando allá. He crecido aún más en mi tiempo de vuelta. Tal vez desde el lado oscuro de las cosas.

Hoy la mesa puede empezar a ponerse para regresar pronto al Mural de Tamayo. Sigue siendo mi mayor anhelo. México sigue siéndolo.  Pero como me dijo G hoy, no estoy atado a nada ya. Mentiría si si digo que no lo he pensado, que la idea jugar en esas ligas no está sembrada de nuevo en mi cabeza. Mi jamaicón es muy grande, pero también la vida europea me llama mucho. Las tardes ocres y los fríos que calan. La dieta de quesos y vinos. La atmósfera bohemia. No sé si lo vaya a buscar, pero tal vez, sólo tal vez, sea momento de regresar...





The President

Snow Patrol - The President

But I've fallen for so long that it was just relief...

México campeón


Lo más grande. México en la cima. Mi himno estremeciendo Wembley y estremeciéndome a mí. Lástima que el Inge ya no lo pudo ver, no creerla antes y gritar como loco cuando sucedió.

Compartido con J, lo que ya es grandísimo. Tanto como lo que lograron. Que se replique en a vida. Que se replique en todo.

domingo, 5 de agosto de 2012

Better Together

Jack Johnson - Better Together

welcome back


Así me lo dijo AT cuando le conté mi épica historia de boda en el norte. Y así se siente. No sé que tanto el de vuelta, pero sí la bievenida. Tal vez fue ese boost para romper que tanto necesitaba.

Meses de cambio. Siento que ya estoy a empezando a salir de ellos. He tenido que dejar ir también. Creo, al final, que eso es lo que más me ha costado. Entender que tenía que hacerlo. Son muchos los que se van, los que ya se fueron, y por mí tenía y tengo que adapartme a ello.

De por medio, también, cambios físicos y de hábitos. Cambios de roles y de proyectos. Cambios de entendimiento y comenzar a plantearme nuevos retos.

La semilla para regresar al Mural de Tamayo ya está ahí, pero sólo destino sabe si eso es lo que me toca. Hay muchas cosas por delante y he repleanteado a lo que estoy abierto ahora. ¿Quién sabe? Que venga lo que tenga que venir, ya sea más allá del charco o de algún eje.

Dentro de todo ello, una confesión reciente fruto de todo este proceso. Algo muy difícil de aceptar por lo vulnerable que implica que soy. Pero al mismo tiempo algo necesario para seguir adelante. Al final, a través de los años te haces de ideas, creas imágenes de lo que has cosechado y tejes futuros ideales. También es difícil en ese proceso entender que ello tampoco estará presente. La verdad es que una vez que lo comprendí, necesitaba decírselo y nada más, nada más. Otra de esas tranquilidades extrañas que llegaron. El saber quién eres y que puedes querer y querer. Dar.

Lo que viene en toda mi vida, simplemente no lo sé. Nunca había sido tan incierto el futuro y extrañamente nunca me había incomodado menos. Estoy lleno de paz, por más intempestivos y difíciles que hayan sido estos tiempos. Ahora juego. En todos sentidos.

Yo no cambio. Yo sonrío. Trato de trasmitir ello. Amo vivir. Lo mío es ir para adelante.