Noviembre fue de lunas y trajo consigo el sabor inigualable de las tardes heladas cayendo amarillas.
Comenzó en familia, como tenía mucho que no pasaba. Fue terminar de regresar. De ahí vinieron conclusiones y llegó la estabilidad. Pausa para comenzar a planear de nuevo.
Pasó con emociones de todos colores. Confirmaciones de juego y de lo mucho que vale seguir a través de tonadas que así lo definen. Fuerza para lograrlo. Entendimiento de lo que no toleraré.
Mes que me llevó de vuelta a las texturas de mi lugar y que en un recuerdo me encontré con una sonrisa. Robadas y añejas. Las sensaciones que traen consigo.
Noviembre comienza a cerrar el año llevándome a su primera mitad. Entre lunas también me llevó años atrás.