Junio fue el mes de terminar la faena. Fue también el mes de reinterpretar al ídolo y de rechazar quedarme con el otro. Fue el mes en que me tocaba por fin decidir y así lo hice. Mes que sólo me dejó satisfacciones. Mes en el que todos los esfuerzos y las dudas de estos meses se condensaron. Mes del que salgo totalmente convencido.
Culmina de forma muy nacional. Ráfagas potentes de identad. Culmina también con pequeñas pizcas de otros tiempos de sonrisas. Cierra con un nuevo viaje, para luego sólo regresar y ponerme por última vez el smoking en Cantab. Termina con el hogar viniendo a la isla y con él, el retorno a mi verdadera vida.
Acaba un ciclo, uno fantástico. Comienza uno nuevo, uno aún mejor.