domingo, 29 de mayo de 2011

mayo


Mayo fue el mes en que las cosas comenzaron a cambiar. Regresó la palabra "extraño" al vocabulario y de muchas maneras regresé yo con ella. Se fueron los sentimientos de año libre, sin peine y de exlusivamente jeans y tennis. Comencé a pensar en el futuro y a actuar en torno a él.

El mes no trajo aún la certeza de lo que hay enfrente pero sí trajo certeza de lo que quiero. Para ello me arrojó muchas pistas y encuentros casuales y gratos. Mes totalmente saturado y en el que los pocos resquicios de tiempo fungieron para idear lo que viene adelante. En mayo comenzaron las negociaciones y los estira y afloje que el próximo mes tendrán que dictar el camino. A pesar de ello, la tranquilidad ha llegado ya al entender qué es lo que me mueve y lo que me hará feliz.

Mes de estudio, básica, trágica y felizmente sólo eso. Para eso está ideado en el programa y para eso fue para lo que lo aproveché. Aunque no hubo viajes de pasaporte, sí hubo dos de escape, de resistencia. El último estirón de esta aventura que ha sido tran grande y fantástica como cargada y demandante. El último día de mayo es el primero del fin.

Mayo fue un mes muy británico y pambolero. Fue también un puente, de salida y de entrada. Ahora sólo me falta saber de qué y a dónde.

O le le, O la la, ser del Barça és...


Yo tenía 11 años cuando Poncho me regaló mi primera playera del Barça. A mí el Barça me gustaba desde que un año antes, en el Mundial, que me enteré de la existencia de Romario, Hagi y Stoichkov - Hasta mucho tiempo después sabría del tamaño de la hazaña que dos años atrás habían logrado con Koeman, Guardiola y Bakero. - Sin embargo, esta playera era distinta. En ese tiempo no sólo era difícil conseguir una así, sino que ésta era la de Ronaldo, quien hacía muy poco acababa de meter uno de los goles más soberbios de la historia del futbol ante el el Celta. Esa playera aún la conservo y me recuerda los tiempos en que lo único que sabía con certeza del futbol era que me apasionaba como nada.

Después de esa época fui creciendo y el Barça fue cambiando. Se volvió holandés y con ello más rápido y potente, pero sin olvidar el talento que Rivaldo le daba. A pesar de jugar como la naranja, también no lograba ganar como ella. Por ello luego vinieron los baches extraños con Riquelme y el equipo de transición. Luego vino el Barça cercano; el de Puyol, JarJar, Deco, Rafa y Negrito. Ese fue el Barça de la segunda orejona y en el que por primera vez se creyó que el futbol podía ser casi perfecto. No fue así. Éste llegaría con Pep.

Tres años en el que el equipo de los mil pases y del fundamento más básico - toco y me muevo - maravilla y explica por qué a tantos nos mueve este deporte. Ahora Xavi, Gasparín y Lio son los artífices de ello. El Barça es més que un club . Gentileza con la pelota y en la rueda de prensa. Un equipo que celebra antes la vida de un compañero que un pase a semifinales y lo replica después de ganar una final. El Barça es el espíritu del deporte en sí mismo. Es todo lo que el futbol debe ser siempre.

Nunca había estado tan cerca como lo estuve ahora. Nunca había sido tan bueno.


jueves, 26 de mayo de 2011

Lo que ha sido...


Hoy cené con I, un alemán-serbio, y A, un holandés-árabe. Mientras el primero no negaba ni justificaba lo que Mladic había hecho, apasionadamente también trataba de hacerme ver cómo los intereses externos habían destruído su nación durante siglos y cómo sólo siempre se cuenta la historia mala de los vencidos. El segundo, después de mucho callar, le preguntó si se sentía igual de mal por Srebrenica como los holandeses al no poder parar la masacre, cuando sus tropas eran las que tenían el mandato de la ONU.

De muchas maneras esto ha sido
Cantab. Ha sido oir a A decir lo complicada que es la infraestructura en Nigeria. Ha sido escuchar cómo P le reclama a J porque los checos dejaron a los eslovacos sin nada. Ha sido ver cómo K está harta de que relacionen siempre a Nueva Zelanda con Australia. Ha sido que A me diga lo mucho que restringe a Nepal que prácticamente sólo comercien con India. Ha sido ver lo orgullosa que Z se siente por hablar húngaro cuando nadie más lo hace. Ha sido que A diga lo muy atacada que siempre está por ser estadounidense de este lado del mundo. Ha sido que F diga que ella se siente kosovar pero su hermana albanesa. Ha sido escuchar a A que aun desde Austria, si el no habla de Palestina la gente simplemente se olvidará.

Todos, absolutamente todos, tienen en común el profundo amor por sus naciones, la consciencia de que no son perfectas y las intenciones reales tratar que lo sean. Eso ha sido
Cantab y es una de las cosas que más valoro de estar aquí.

Por ello cuando escucho a E decir que quién querría regresar ahora a México, no puedo más que voltear la mirada, por decir lo menos. Es ahora cuando más se debería querer regresar. Es ahora cuando más se necesita. Entiendo y comparto la frustración, pero yo no sólo estoy harto de lo que pasa, sino también de que no hagamos nada más que quejarnos por ello. Eso también ha sido
Cantab. Ha sido dejar en claro que México es más que una serie de bandidos, de todas las clases y todos los frentes. Ha sido gritar que claro que se puede. Ha sido saborear la idea de seguir contribuyendo. Ha sido refrendar que eso es lo que quiero de mi vida....

miércoles, 25 de mayo de 2011

Nantes

Beirut - Nantes

escapade


Fuera del pueblo por un día. Uno, al menos. Justo en ese punto en el que la cabeza carece ya de espacio y seguir es sólo ocioso. Olvidarse de los exámenes y las estrategias y negociaciones de futuro un rato.

Esta vez fue a la ciudad, a vagar, a escuchar ruidos de nuevo, a planear el próximo sábado, a recoger mi adelantado autoregalo. El día en rally con vinos y quesos al sol. La noche con cantadas y alternativas historias de brujas verdes. Panacea para el hastío.

sábado, 14 de mayo de 2011

Si

Torreblanca - Si

formal


El evento social por excelencia en Cantab son las formal - dinners -, ya sea una vez a la semana o cada quince días. El ejercicio es simple. Pónte un traje, encamínate al comedor de uno de los tantos colleges, ya sea como anfitrión o como invitado, y cena con vino y un poco mejor de lo habitual (no que esto último sea algo complicado). En algunos casos los formals son un poco más especiales y van acompañados de pre o post drinks. A pesar de ser eventos de asistencia voluntaria, invariablemente tienes que acudir al menos una o dos veces por año. No obstante, fuera de lo descrito, no tienen gran magia y eventualmente terminan por ser tediosos.

Ahora que se acaba el último term del año y las generaciones comienzan a salir, las colleges se ponen de gala y se abren las puertas de todos los santuarios y tesoros que guardan. Los formals dejan de ser cenas con traje y se convierten en majestuosos festines con smoking en lugares centenarios. Ayer me tocó acudir al primero de ellos. Fastuosa tertulia en un salón medieval indescriptiblemente hermoso, con champaigne como aperitivo, cinco tiempos con cinco tipos distintos de vino y quesos para cerrar como se debe.

Supongo que se vale que nos traten bien en medio del estrés de los exámenes. De vez en cuando lo uber posh no se siente tan mal...

miércoles, 11 de mayo de 2011

encuentros


Hoy fue el segundo día consecutivo que me encontré alguien de casa aquí en Harrypotterland. Lo curioso es que fue en el mismo lugar y los dos estuvieron en alguna etapa del juego.

El primero de ellos fue el que me entregó la copa por la que tanto luché. El que validó al final el proyecto que fui construyendo, poco a poco, gracias a todos los que creyeron en mí y me siguieron. Como si en verdad nos conociéramos de antes, acabamos platicando horas al tenor de unas pints sobre la importancia de que existan los espacios para generar talento en casa, sobre mil y un casos y uno u otro que vendrá. Coincidencia muy extraña pero muy satisfactoria.

Hoy por la mañana, después del reglamentario vaso con cuatro espressos, me encontré a vieja amiga del trabajo. De las etapas iniciales, en las que el juego se volvió verdad. Ella lejos y yo también. Gustoso tropiezo que hizo recordar cuando me regalaba chocolates en el piso que parece dona cuadrada.

Encuentros justo en el momento en el que me llama casa y la isla me quiere retener. Tal vez sean señales de algo que todavía no logro descifrar.

martes, 10 de mayo de 2011

todo (siempre) es extraño

Re: Stacks

Bon Iver - Re: Stacks

...and turn off all electronic devices


Hoy me dijo Christine Gray que parecía demasiado tranquilo para los exámenes que vienen y el estado de pánico generalizado que los acompañan. D ya había dicho lo mismo con la salvedad de que puntualizó que mis preocupaciones están en el futuro. La realidad es que ahí es el lugar en el que está mi cabeza ahora.

Desde hace unos días me siento como en un vuelo en el que el capitán ya hizo el anuncio de aterrizaje. Estoy poniendo mi asiento en posición vertical y apagando todos mis aparatos electrónicos. Sin quererlo, sin premeditarlo, he ido internalizando la idea de que esta aventura se acaba. Es tiempo de regresar a casa y eso me hace muy feliz. Sin embargo, aunque ése sea el sentimiento, no sé aún si el avión vaya a aterrizar.

En la vida el que puede lo más no necesariamente puede lo menos. Esta vez quiero lo menos, lo que me hará feliz. Lo chiquito, lo que vale en verdad. Espero poderlo.

domingo, 8 de mayo de 2011

Long Distance Call

Phoenix - Long Distance Call

La abuela y la ciudad


La abuela siempre quiso ir a NY. Lo supo cuando de joven pasó seis meses en Chicago y aprendió - como ella lo dice - las tres palabras que sabe en inglés.

La abuela se casó joven y tuvo varios hijos, cuatro para ser exactos. Todos ellos unos personajes en sí mismos. El abuelo estaba todo el tiempo en el quirófano o en el rancho, por lo que los viajes casi siempre se dieron entre ella y sus cuatro calamidades. Planear una odisea a NY era, por decir poco, logísticamente complicado. Cuando los hijos crecieron y se fueron ella y él viajaron mucho y a muchos lados, pero nunca a NY. Nunca supe por qué.

Años más tarde, cuando la familia se había multiplicado y muchos podrían haberla llevado, le llegaron los achaques y comenzó a tener miedo de moverse. Luego llegaron violentos los del abuelo y ella no quiso dejarlo solo. Cuando el abuelo se fue, la abuela se había resignado ya a no conocer nunca la gran ciudad.

Hace unos meses le dijeron que irían a Mérida. Estando allí la llevaron al consulado en el que luego le informaron que algo que siempre había querido estaría pronto a cumplirse. Mamá y la abuela están justo ahora en la gran ciudad. Yo no podría estar más contento por la gran sonrisa que debe tener en estos momentos.