martes, 29 de marzo de 2011

marzo


Marzo fue un mes inesperado. Consigo llegaron muchas pequeñas historias que casi en silencio le dieron plena vida.

Con marzo se fue el frío, regresó el sol y el lugar se cundió de flores. Cambió totalmente el ánimo. Se volvió parsimonioso y festivo. Causó que los días comenzaran a entenderse y disfrutarse de otra forma.

El mes estuvo lleno de pequeñas tertulias en las que aprendí mucho. Me empapé de un sin fin de formas de ver la vida. Tantas nacionalidades como maneras de gozar lo que se mueve. Me tocó vivir contrastes, aceptar y rechazar actitudes. Tratar de entender lo inentendible.

En marzo cambió el derecho y con él una forma con la que lo apreciaba. En este mes me sacié de él como en ningún otro. Intenté expandirlo y buscar que valga en casa. De este lado del mundo, me tocó convivir y aprender de grandes gendarmes. Me sentí chiquito, pero parte de algo muy grande. Sin darme cuenta di un paso que sólo puedo explicar y entender si miro hacia atrás.

Con todo ello volvieron las noches eternas al pie de la computadora y las tardes de montañas de letras en el búnker de operaciones. Trajeron consigo una tesis. Por supuesto imperfecta, pero mía, como nada. Mi muy particular visión del juego. Además llegó temprana, por lo que hubo tiempo para esbozar un artículo distinto que espero sea algún día pubicado. Un pequeño anhelo que desde hace tiempo no había podido cumplir.

Marzo también trajo recuerdos y sentimientos. Sabores conocidos, a veces gustosos y otras no tanto. El continuo remolino por el que me descifro. El mes trajo también un viaje en su último día, tal y como ya lo ha hecho antes. Esta vez es muy lejos. A un lugar muy distinto. Uno en el que siempre había querido estar.

Marzo en silencio fue muy bondadoso.


sábado, 26 de marzo de 2011

la verde de vuelta


Ya lo necesitaba. Escuchar desde tan lejos el himno y estremecerme como siempre. Tal vez cuando se está lejos se siente todavía más. Mucho tiempo sin la verde y las alegrías que me da. ¡Por fin la pude ver de nuevo! Esta vez tampoco falló. Lil' Pea, gol.

jueves, 24 de marzo de 2011

después del ritual


Comienzas religiosamente el ritual de mañana, el de siempre. La única manera en que pueden empezar tus días. Éste, como cualquier otro día, es distinto. De repente, bajas tu gloriosa taza de café, con la que comprendes cada inicio, y te das cuenta de que has podido ya. No una, no dos, sino muchas veces. Gózalo. El número o la posición no son más que otro indicador de lo que sabes desde hace mucho. Lo tienes. Se sabe. Se disfruta. Se saborea. Se le sonríe.

El freno es sólo para quienes carecen de ello. Tal vez es tiempo de comenzar a jugar también...



Sozinho

Caetano Veloso - Sozinho

sol (por fin)


Siempre me han gustado los días nublados. Eterna melancolía pasajera. Días sin movimiento, de introspección, de roces y sensaciones. Sin embargo, cuando la vida se vuelve siempre gris,la melancolía deja de ser pasajera y se vuelve corrientemente habitual. El quehacer diario se interpone con el disfrute de los instantes y no hay manera en que se puedan apreciar los momentos sin color.

Ayer me di cuenta que había menospreciado mi relación con el astro rey y lo mucho que puede cambiar la perspectiva. Explosión de endorifnas que explican cómo la melancolía gris se entiende y se aprecia sólo por ser excepcional. Por lo que viene del año le apostaré mejor a la luz que me recuerda el por qué lo demás puede ser acogido sólo de vez en cuando.

Cambió el clima, cambió el entendimiento, el sentimiento de extrañeza aceptada tal vez sigue siendo el mismo.


miércoles, 23 de marzo de 2011

Dance! Dance! Dance!

Marlango - Dance! Dance! Dance!

Bless the moment I got it wrong
Bless mistakes, yeah, bless them all
And give my hand a grip
And give my feet the groove

[...]

Grant me my dreams whenever you might
And give me the privilege of a fight
And give me the wounds that I earned
And let me keep the scars

So we dance (dance), dance (dance), dance
This life away
(This life away)
(So we) dance (dance), dance (dance), dance
This life away
(This life away)



jueves, 17 de marzo de 2011

Hoy (y lo que cambió)

Hay días que lo cambian todo.

Hoy mientras caminaba pensé en Japón y en como, de repente y sin darme cuenta, mi siguiente paso se había convertido en algo relevante y no sólo en una actividad de verano. Hace una semana, en unos cuantos minutos, Chernobyl regresó, y tal como le pasó en su momento a Philippe Sands ahora me tocará a mí con Japón. Irónico que cuando me lo contaba decía al mismo tiempo que mucho es un gran factor de suerte.

Lo mismo dijo Schwebel hoy, justo cuando estaba yo sentado a un lado de Elihu Lauterpacht. Por primera vez, después de tantos meses me sentí parte de este grupo. No sólo entendí lo privilegiado que soy, como ya lo había hecho desde hace mucho, sino entendí que antes de mí pasaron por este mismo lugar grandísimas mentes que hoy pueden aseverar que cambiaron al mundo. No muchos pueden decir que tuvieron la suerte de ser enseñados por Schwebel y muchos menos pueden decir que lo fueron como platicando con alguien de casa. Hoy ya sentí también a Cantab como mi casa; tal vez en el momento en que Schwebel criticaba el planteamiento de jurisdicción que Crawford había hecho para Georgia. Irónicamente, también, un planteamiento que si llega a pasar jurisdicción y fondo cambiará el mundo y cómo se litigan las grandes masacres, ante la imposibilidad de hacerlo por la vía del genocdio como ya se ha intentado antes.

Por la noche y con la frase ' todas las medidas necesarias' el derecho internacional cambiaba de nuevo. El concepto en el que nunca creí era validado por el SC y por más que se critique, el papel y su letra duran por siempre. Vendrán y vendrán horas eternas de discusión hacia ambos lados, pero si algo es cierto es que quien debía hablar lo ha hecho. Quedará en todos los demás el interpretar lo que ahora ya hay.

Hoy cambió algo.



About luck and its consequences

"One of the most challenging, gratifying, and fulfilling experiences as an international lawyer is to work in the Legal Office of the Ministry of Foreign Affairs of your home country. In many times that just happens by luck and for being at the right place at the right time."

(Stephen Schwebel, 2011)

martes, 15 de marzo de 2011

tesis


Ayer, muy tarde y después de un último gran percance, terminé mi tesis. Me detuve un momento y respiré. Sonreí como hacía mucho no lo había hecho.

Saboreé todos y cada unos de los momentos que me llevaron hasta allí. Desde los incesantes nudos iniciales hasta la lucidez desvelada. El frenesí de los últimos tiempos convertido en hojas de papel. Todo lo que cargaba conmigo. Cierto, es un requisito más para pasar una prueba más. Pero para mí tiene un significado distinto. Es la culminación de un proceso. La recopilación de todas mis ansiedades como abogado. Es lo que siempre había querido externar de la forma en que quería hacerlo. Mi placer chiquito.

El viernes tendré la primera revisión. Pase lo que pase, no importará. Esto siempre fue mío y para mí, de nadie más. Lo que venga sólo será accesorio. Yo sólo sigo jugando.

martes, 8 de marzo de 2011

Yo no sé mañana


Fantástico y colorido placebo para cuando se trabaja a las 4 de la mañana en el país de lo insípido, en estrés total, un día antes de revisión y con más dudas que respuestas que, no obstante, están siendo felizmente subsanadas.

despejo


Desde que regresé de España no he parado un solo segundo. Ahora lo hago porque en verdad lo necesito. A veces pareciera ser hasta anacrónico. No es que no lo disfrute. No he perdido el asombro ni el gozo cuando la irracionalidad vuela y comienzo a hilar ideas lejanas. ¡Sigue siendo magnífico! No obstante, a veces me pregunto por qué, para qué. Las ganas de transformar las sigo y las seguiré teniendo, pero a veces también me pregunto si existirá el espacio para hacerlo. Tantas preguntas que me avecinan sobre mi futuro, tantos posibles futuros enfrente y yo sólo queriendo uno, no importando el contexto en el que se dé.

La tesis que está a punto de terminar de ser bordada y con ella todo lo que he acarreado con los años. Hoy la leía y me preguntaba cómo siquiera me había dejado meter y mezclar tanto en algo que, en principio, no debiera llevarlo. Mi propia y muy pequeña aportación a la ciencia y mi pícara forma de comerme el mundo. La total ignorancia de lo que implica.

Todo esto, justo después de una conferencia que inesperadamente me abrió de nuevo la visión. La idea de que la forma en que entiendo lo que significa aportar es compartida por otros y que todavía me queda mucho por hacer. La ironía de que aun estando tan lejos lo sigo haciendo desde casi todos los frentes que conozco. Que haya juego para muchos y que el juego sirva de algo. Las justificaciones por las que sigo aquí, así.

indeed

jueves, 3 de marzo de 2011