lunes, 31 de agosto de 2009

pride and prejudice

¿Cuánto puedes perder por orgullo?


agosto

Agosto fue frío, tal como lo predije. 

Mes en el que volví a escribir. Lo necesitaba; no recordaba cuánto.

Fue mes de pérdidas,  amiga entrañable.

Redescubrí mis pasiones, entendí y acepté mi amor.

Comprendí, sencillamente, que la vida es sólo una. Experimenté todas sus facetas en unas cuantas semanas.

  

domingo, 30 de agosto de 2009

Sunshine

Hace dos o tres años me subía a mi coche y decidí hablarle a M. En contraste con el común de nuestras llamadas ese día se encontraba conflictuada como nunca. No podía verme y, sin embargo, parecía necesitarlo. Tres horas más tarde estaba sentado con ella en una mesa afuera de un super.

Ese día entendí lo mucho que ha hecho por mí con su tiempo y sus palabras, qué mejor que poder hacer yo lo mismo.

Después de tantos años y tantas historias, M, sigues siendo ese oasis de tranquilidad, sigues siendo mi refugio más preciado y sigues proveyéndome de ese espacio donde todo encontrará cordura.

No sé que hubiera hecho sin ti esta semana. 

boom!

Hoy tuve una pistola en el pecho. Es sencillamente indescriptible la sensación que ello implica. Es todavía más indescriptible la sensación que implica que un escuincle drogado le diga a su colega con la pistola "ya, dale plomo."

Toda tu vida y sensaciones pasan en un instante por tu cabeza, no obstante una dominó: hoy no es el día. Afortundamente y gracias a Dios, así fue.

A una horas, me pregunto cuánto vale una vida. ¿Cuánto vale la mía? ¿Para quién lo vale? 

Es impensable lo que la combinación de factores minúsculos puede generar. Por más que lo recuerdo, aún no compilo todo lo que pasó por mi cabeza en ese momento.  Sin embargo, hay algo que tengo muy claro: pensé en K. 


sábado, 29 de agosto de 2009

Band-aids

Nada como estar con quienes conocen tu historia. Fue bueno regresar en el tiempo y saber que continúan aún los Jhonnie Walker y las contorsiones tipo Alizée.


viernes, 28 de agosto de 2009

Necesidades

Hay días en los que necesitas estar sólo. Un fin de semana así sería ideal en este momento. En cambio, tendré casa llena, un obligado viaje relámpago y un ensayo sin sentido.

Necesito escaparme pronto, ahora más que nunca.

jueves, 27 de agosto de 2009

reminiscing

Hay sonrisas que se te quedan grabadas por siempre.

Say goodnight and go

Imogen Heap - Goodnight and Go 

miércoles, 26 de agosto de 2009

(abc)

Se han ido los puntos suspensivos. Hay cosas que quedaron por decir, pero el momento, la necesidad y la explosión que implica hacerlo, como siempre, impidieron que fuera posible. Dije lo necesario. 

Primero, no fue fácil entender una realidad tan latente; menos fue aceptarla; decirla fue aún más difícil.

Dos años y medio en dos palabras. (Como a nadie, como nunca)

Aún así, más allá de lo que anhele y esté convencido de que existe, está la verdad "presente." Aquella verdad insuperable gracias al temor. 

Tenía que hacerlo. Necesariamente es el momento de dar la vuelta y seguir. (You were my sweetest downfall)

 

martes, 25 de agosto de 2009

Día D

Si la gripa no dice lo contrario, mañana es el día.  Voy a extrañar estos dos años y medio.

lunes, 24 de agosto de 2009

ICJ

En mi corta carrera he tenido el privilegio de conocer a 7 jueces de la Corte Internacional de Justicia. Ya sea que haya leído sus publicaciones o los haya escuchado en una conferencia, siempre es gratificante observar a la punta del iceberg del derecho internacional.

Desafortunadmente, su procesos de selección son políticos y, por ende, no meritocráticos. Hoy concluí que hay dos clases de jueces: los que me dejan la boca abierta por asombro y los que me la dejan abierta por bostezo.

Espero ser algún día de los primeros.

domingo, 23 de agosto de 2009

Aplausos

Si el hombre evolucionara y en lugar de respirar tuviera que aplaudir los mexicanos seríamos los primeros en adaptarnos. Acepto que hay sociedades que abusan del aplauso, pero los mexicanos no nos quedamos atrás.

Aplaudimos por todo: cuando empieza un acto, cuando sale a escena el actor, cuando acaba el acto; cuando llega el conferencista, cuando se para, cuando hace un chiste y cuando se sienta; cuando inciamos cursos, cuando los terminamos; cuando alguien se casa, cuando alguien cumple años, cuando alguien dice algo chistoso; cuando vemos la tele, cuando leémos el periódico, e incluso, (y juro que me ha pasado) cuando aterriza un avión.

Sobreabusamos del aplauso. Hasta donde yo entiendo el aplauso es una celebración de algo que nos emociona. O bien, somos demasiado positivos o todo nos sorprende.

Por ello, si aplaudo lo haré cuando algo realmente me emocione, por lo demás, dejo que otros lo hagan por mí. 


martes, 18 de agosto de 2009

ICTY



La justicia les llega a casi todos. ¿ Qué más da si no les llega a Ratko o a Radovan?

lunes, 17 de agosto de 2009

útil


Todas las personas son (o te son) útiles. 

Esta frase, si bien incendiaria, no es más que una realidad que nos negamos a aceptar a causa del perverso significado que se le atribuye a la palabra "útil." No obstante, si se cambia la palabra por "necesario", o cualquiera de sus derivados, podríamos aceptarla.

La utilidad y el cariño conviven. Muchas veces una nace de la otra. De hecho, el problema surge cuando negamos que así pueda suceder.

agosto como noviembre

Agosto es frío. Hace un año le decía a G eso y no me creyó. Ese año fallé. No importa, agosto ha demostrado ser frío y meláncolico como noviembre. Prefiero otoño, pero en lo que llega me conformaré con lo que queda de agosto. 

Mañanas heladas y tardes lluviosas que echan la mente a volar. Ideales para escuchar a Drexler.

Weird fishes / Arpeggi

"Your eyes, they turn me"

"Why should I stay?"

"everybody leaves if they get the chance"

...

"and this is my chance"

viernes, 14 de agosto de 2009

13 de agosto: día internacional de los zurdos

¿Cómo?

Puedo entender que exista el día mundial del medio ambiente, el día de la familia, el día internacional de la mujer e incluso el día de Casimir Pulaski; pero ¿el día internacional de los zurdos? ¿En serio?

Todos los días tienen un motivo que los subyace, un movimiento, una causa, un recordatorio. ¿Qué implica el día internacional de los zurdos? ¿Acaso se conmemora la intensa batalla que implica maniobrar la palanca de velocidades de un coche o tener que voltear un cuaderno Scribe para ajustarlo a sus necesidades (los zurdos árabes ciertamente no tienen este problema)? ¡Ya sé! Probablemente el día conmemora el largo camino que implicó que los zurdos obtuvieran habilidades para jugar gallito. Otra vez, ¿en serio?

No dudo que este sea un mundo más bien derecho, pero eso no implica una suerte de discriminación en contra de los zurdos ni tampoco parecieran sufrir una verdadera opresión de la mayoría tiránica derecha. De hecho, dos de los más grandes opresores de la historia fueron zurdos, Alejandro Magno y Julio César.

Hay cosas que simplemente no puedo comprender; en lo que lo hago, feliz día a mi hermano por haber nacido chueco.

jueves, 13 de agosto de 2009

El futbol, la selección y el mexicano

No lo voy a negar: el futbol es el coliseo de nuestros tiempos, un show multicolor que enajena a las masas, despierta pasiones absurdas, destruye hogares, crea héroes de barrio y paraliza sociedades.

Bajo esta óptica uno no puede mas que preguntarse ¿es retrograda seguir el futbol? ¿en verdad vale la pena que  dedique tiempo y esperanzas viendo 22 entretenedores corriendo tras un balón? Yo respondo: primero, no me importa y, segundo, claro que lo vale. El futbol, le guste a quien le guste, es un motor colectivo, un burdo reflejo de nuestros países y una válvula de escape fundamental de nuestras sociedades. Si no lo fuera, hoy no veríamos a la presidenta de Argentina buscar intervenir en la crisis más severa que el futbol en su país ha presenciado como un asunto de Estado.

En esta realidad, mi realidad, acepto honrosamente que uno de mis placeres más grandes es ver a las Chivas ganarle al América o, recientemente, ver al Barcelona meterle 6 al Madrid en el Bernabeu.


A pesar de los insumos de felicidad que ambos eventos me pudieran dar, existe un detonador aún más potente: la selección mexicana. 

Borges decía que el futbol es uno de los mayores peligros porque despierta nacionalismos. Tenía razón. Desafortunadamente la pasión por la selección mexicana se ha convertido en un grotezco nacionalismo que lleva a la gente a atacar la Embajada estadounidense en Reforma o insultar a unos turistas holandeses porque sus caireles rubios necesariamente se asimilan a los de nuestros vecinos del norte.


Aún así, bien canalizado, creo fielmente que el ver jugar a la selección despierta un sentido patriotico. No son los mejores, como no lo somos como pueblo. No son los más habiles, tampoco lo somos todos. No obstante, cuando no corren un centímetro o, en contraste, dejan el alma en la cancha reflejan exactamente lo que es ser un mexicano. Somos un pueblo de medias tintas, de contrastes. Vanagloriamos la cultura del "ahí se va" y la de "al ratito," pero también, cuando nos lo proponemos, hacemos todo por salir adelante y luchamos día a día por una vida mejor.


Hace algunos años me di cuenta de que había perdido mi arraigo regional. Un regio te dirá que antes es regio que mexicano. Un yucateco dirá lo mismo. Yo no. Por razones más que conocidas para todos mi arraigo regional se ha ido desvaneciendo. Como un amigo lo dijo alguna vez: soy un provinciano y punto. En este escenario mi arraigo es con México. Sin temor puedo decir que puedo detenerme unos segundos y ver hondear nuestra bandera y todavía se me pone la piel "chinita" al escuchar el himno nacional.


Así, lo digo enfáticamente: no hay hecho que despierte más mi patriotismo que escuchar el himno ser cantado por 105,000 personas en el Estadio Azteca. 


No conocí a Hidalgo ni a Madero. Definitivamente mis ojos no enaltecen a Colosio o a Fox. Luego entonces, los elementos que despiertan mi patriotismo son más urbanos, mas tangibles: el zócalo, la bandera, el himno, y sí, la selección.


Probablemente nunca afirme que en un juego México- Estados Unidos nos jugamos el honor, o que ganar es razón suficiente para correr por horas alrededor del Ángel de la Independencia, pero como en la vida, tampoco puedo negar que Estados Unidos es el rival, al menos social. Estados Unidos es el ideal mexicano, el concepto al que aspiramos, pero que dificilmente alcanzaremos, la encarnación de nuestra envidia como sociedad.


De esta manera, aunque sea en las "matatenas," ganarle a Estados Unidos siempre será reconfortante. El futbol, a través de la selección, representa eso: el único bastión en el que todavía podemos competir con ellos. 


Reitero, la selección no lo es todo ni es México en sí misma, pero representa y acoge una parte del mexicano que todos llevamos dentro. Es inevitable que cuando se enfrente a Estados Unidos no genere, al menos, un sentimiento de empatía.



Como en todo, la victoria cuando cuesta, cuando se sufre, se disfruta más. Celebro la victoria de ayer, me quedo con Cuauhtémoc y Gio y esbozo mi dicha al ver la cara de derrota de Donovan. Por cierto, a este último, con mucho cariño, le reitero lo que algunos paisanos ya le externaron en el estadio......







... y para que recuerde que de México no se va con las manos vacías , le regalo una  playera con esta leyenda. Que la recoja cuando se sienta mejor.







domingo, 9 de agosto de 2009

Bregovic versión bling bling

Esto pasa cuando buena música llega a oídos erróneos. 
Buenos arreglos, lastima (que no lástima) todo lo demás.


sábado, 8 de agosto de 2009

(...)

Los puntos suspensivos se utilizan para deliberadamente omitir una palabra o frase. Ya sea que se plasmen enmedio o al final de una idea, su conveniencia es relativa. No importa por qué se escriban, siempre tendrán un contenido, un significado que el relator prefirió ocultar.

Llegó la hora de remover los puntos suspensivos. Los míos son los que plasmé al final de la idea. 

Sobre la muerte (o la vida)

A todos les llega. A todos nos llega. No importan la causa, el tiempo o las circunstancias. No obstante, en lo que arriba, una mirada, un minuto o un gesto pueden cambiarlo todo.

i-n-i-c-i-o

¿Por qué escribir?

¿Por qué no? La elemental necesidad de comunicar mis ideas me resultan razón suficiente. Ya sean uno, dos o varios interlocutores, este diálogo siempre será conmigo.